El vasco de la carretilla

El vasco de la carretilla era un hombre sencillo, fuerte, libre y encontró en los caminos, el alimento de su alma.

Sociedad - Historias urbanas13/04/2023CVA  Producciones IntegralesCVA Producciones Integrales
  
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Crédito: El vasco de la carretilla - corto documental-Youtube

POSDATA Digital Press | Argentina

Se llamaba Guillermo Isidoro Larregui Ugarte y nació en Pamplona, España, en 1885. Llegó a la Argentina en 1900 y trabajó como marino y minero en la Patagonia. En 1935, hizo una apuesta con unos amigos y se propuso cruzar el país a pie empujando una carretilla de 130 kg. Así comenzó su primera aventura, que lo llevó desde el paraje Cerro Bagual, en Santa Cruz, hasta Buenos Aires, en 14 meses. Luego siguió recorriendo el país y otros lugares de Sudamérica con su carretilla, uniendo los puntos cardinales de la Argentina y llegando hasta Bolivia y Chile. En total, caminó más de 22.300 km. Su última travesía lo llevó hasta las cataratas del Iguazú, en Misiones, donde se instaló y vivió hasta su muerte en 1964. Su historia se hizo famosa por los periódicos, los libros y el cine. 

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“Yo me animaría, les dije, a cruzar toda la Patagonia a pie y a ir hasta Buenos Aires con una carretilla. Lo tomaron a broma y uno de ellos me trajo una carretilla. Luego, cuando vieron que yo me disponía a emprender el viaje y que la cosa iba en serio, se sorprendieron” Crédito:misionesculturacero.blogspot.com

 No todo fue un lecho de rosas, encontró muchas dificultades en sus viajes, como el clima, el terreno, la soledad, el cansancio, el hambre y la sed. Algunas de las más duras fueron: 

  • El invierno y la nieve en el tramo hasta Trelew, cuando recorrió la Patagonia hasta Buenos Aires.
  • El calor y la sequía en el norte del país, cuando fue desde Coronel Pringles hasta La Quiaca.
  • La altura y el mal de montaña en los Andes, cuando cruzó a Chile y Bolivia.
  • La selva y las enfermedades tropicales en Misiones, donde se instaló definitivamente.
  • A pesar de todo, el vasco nunca se rindió y siempre contó con la ayuda y la solidaridad de la gente que lo recibía en cada lugar.

Las carretillas

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Su carretilla era su único medio de transporte y su hogar, donde llevaba todo lo necesario para sobrevivir.

La carretilla tenía la base de 70 cm. x 110 cm. y 30 cm. de alto, con los siguientes objetos: carpa de 2,5 m de largo por 2 m de ancho; cama plegadiza, colchón y colcha. Herramientas completas, utensilios de cocina, calentador, juego de lavabo, cepillos, brocha, navaja y provisiones. 

  • Una carpa de 2,5 m de largo por 2 m de ancho.
  • Una cama plegadiza, un colchón y una colcha.
  • Herramientas completas, como martillo, clavos, sierra, etc.
  • Utensilios de cocina, como olla, sartén, platos, cubiertos, etc.
  • Un calentador para cocinar y calentarse.
  • Un juego de lavabo, con jabón, toalla, espejo, etc.
  • Cepillos, brocha y navaja para afeitarse y limpiarse.
  • Provisiones de comida y agua para varios días.
  • La carretilla tenía la base de 70 cm x 110 cm y 30 cm de alto y pesaba unos 130 kg2. El vasco usó varias carretillas en sus viajes y algunas las donó a museos o amigos.

El sitio   viajes.elpaís    enumera en detalle las diferentes carretillas que utilizó  durante sus travesías: 

–La primera carretilla del vasco Larregui Ugarte quedó en el Museo de Luján porque él la donó.
–La segunda la utilizó, entre 1936 y 1938, hizo un recorrido desde Coronel Pringles, hasta Bolivia-
–La tercera se la hicieron amigos de Trenque Lauquen y Beruti en 1943 y terminó seis años más tarde en Puerto Iguazú (Misiones), el lugar que sería su residencia definitiva. Se calculaba que, en total, ya había caminado más de 20.000 km.

«Su carretilla estaba llena de gauchadas y solidaridad, de pingüinos y lagos glaciares, de estepas patagónicas y nieve, de llanuras pamperas, de ballenas y focas del atlántico, de lluvias y vientos australes».

Las motivaciones de sus proesas

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  • Cumplir con su palabra empeñada, que para un vasco era sagrada.
  • Disfrutar de la libertad y el contacto con la naturaleza.
  • Conocer lugares y personas desconocidos para él.
  • Demostrar su fuerza y voluntad ante los desafíos.
  • Enseñar a vivir con lo esencial y sin ataduras.
  • El vasco decía que no le importaba el dinero ni la fama, sino solo cumplir con su sueño de recorrer el mundo con su carretilla.

El cine y la literatura le rindieron homenaje

El libro “El vasco de la carretilla”, de Txema Urrutia, publicado en 2001 por la editorial Txalaparta. Es una biografía que recoge las hazañas y las anécdotas del vasco, así como su personalidad y su filosofía de vida.
La película “El vasco de la carretilla”, dirigida por Jorge Denti y estrenada en 2012. Es un documental que narra la historia del vasco a través de testimonios, imágenes de archivo y recreaciones. Cuenta con la participación de Karra Elejalde como narrador y de Imanol Arias como el vasco.


El libro “El loco de la carretilla”, de José Luis Olaizola, publicado en 2014 por la editorial Palabra. Es una novela que recrea las aventuras del vasco y su relación con la gente que lo acompañó en sus viajes.
Estos son solo algunos ejemplos de las obras que se han inspirado en el vasco de la carretilla, un personaje que dejó una huella imborrable en la historia y la cultura argentinas.

Cada uno tiene la edad de sus proyectos

El vasco de la carretilla

Fuente:Bing asistente de IA/ POSDATA / Fotografías  Misiones Cultura Cero

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