Baile de máscaras

POSDATA Digital Press | Argentina

Por Graciela Cecilia Enriquez | Escritora |Tallerista  | Directora del diario Cuentos de hadas y fantasías

He aquí un adelanto de uno de mis hijos libros 2020 que sale a la luz: Baile de máscaras.  Reciban mi gratitud infinita por leer mi trabajo que se gestó desde y con amor para ustedes.

 

Es muy importante para mí, saber que me acompañan en este año tan especial. 

¡Muchas gracias por ser parte de mi vida literaria!

Graciela Cecelia Enriquez (Escritora, madre y abuela )

Máscaras, capítulo I

He comenzado a escribir este libro a partir de una idea inicial sobre danzas, máscaras y ocultismo, fachadas y ritos sacramentales y religiones antiguas. Todo esto mezclados entre brillos, lujos, glamour de bailes y máscaras, desde tiempos remotos. Al interiorizarme en el tema lo hallé muy interesante e importante a su vez, y al estudiar más profundamente me encontré que las mascaradas y sus bailes existieron desde que el mundo casi comenzó, o sea, desde siempre. A lo largo de la historia de la humanidad, las máscaras han sido utilizadas para distintos motivos, ya sea dentro de la diversidad de culturas y religiones que se cultivaban, adaptándose a las mismas. Así, cada cual puede imaginar las diversas dimensiones espirituales e invisibles de estos elementos ritualistas, en un principio hasta los carnavales de la actualidad. Los primeros que las usaron datan desde hace cientos de años, eran tribus nómades y esto nos lleva a un África antigua. Para ellos significaba que sus dioses poseían a las personas que las usaban y se personificaban en esos dioses y ancestros, para ellos tenían un valor superior.

Al paso del tiempo y de las evoluciones de las culturas primitivas, lo religioso fue siempre el contenido místico y simbólico, espiritualidad y divinidad que dieron paso a los bailes y creencias de misterio y oscurantismo, hasta el presente que llegan en forma de divertimiento familiar y social en distintas épocas del año. Sean bien para los carnavales o no. Se dividen en dos épocas muy distantes, A.C. y D.C. Cuando comienza el Siglo I D.C. las cosas no habían cambiado mucho, los siglos transcurrieron y tanto en la edad media como en la gran época medieval también se utilizaban. Época en que los escatológicos cristianos imaginaban al infierno y al cielo, uno se situaba debajo de la tierra, el infierno y el otro sobre ella. Desde el Siglo IV la doctrina eclesiástica denunciaba el uso de las máscaras, como una intervención directa de los demonios, ya que para el cristianismo todo aquello era de origen infernal, porque alteraba el rostro del ser humano.

Las máscaras eran talladas con distintos materiales y de diversas formas, entre animales y seres mitológicos, según las épocas en que trascendía, sintiéndose quienes las portaban liberados de las ataduras sociales. Cuando llegaron los carnavales y los bailes de salón por los siglos XVI al XVIII, también llegó el glamour en los palacios, era una época de una Europa festiva en cada país. Días y noches excitantes llenas de glotonería y alcoholismo. Y detrás de toda festividad de la nobleza, la realeza y del pueblo mismo, estas danzas conllevaron también un poder político, social y económico. En la época del renacimiento ampliaron sus conocimientos técnicos, descubrimientos, y pensamientos con una base ideológica que comenzó a basarse en que el hombre era dueño de su destino. El arte, la literatura, la pintura, la creación en fin la evolución artística llegó en el renacer de una nueva era. La burguesía se empezó a hacerse sentir. La iglesia siguió restringiendo estos bailes y mascaradas combatiendo en contra de ellas, pero al fin y al cabo nunca consiguieron la rendición del ser humano a dejar de bailar, danzar y ocultarse de otros y de ellos mismos. Mirando este presente nos encontramos con los famosos carnavales brasileros, los disfraces de las fiestas de Halloween, los aun carnavales vieneses, italianos y franceses en grandes hoteles y barcos ambientados a ese tiempo, hasta llegar a los grandes y fabulosos bailes del 9 orgullo gay, sofisticados con exquisitos trajes plenos de un vestuario llenos de brillo, lentejuelas y sensualidad. Y sin minimizar los bailes familiares de disfraces y máscaras de superhéroes y heroínas de niños y niñas imitando a sus personajes favoritos. Me queda registrarles también las danzas, máscaras, y pinturas en los cuerpos de los orientales, llevados al teatro, al ballet, al mimo, al drama, con algunos bailes de antifaces.

Mirando todos estos pasos que dieron vuelta por siglos en la historia de la humanidad, desde la danza ritualreligiosa al entretenimiento familiar, me atreví a contarles algo de ellas en cuentos y relatos que fueron sucediendo en cada una de esas épocas para disfrutar de vivencias y experiencias de personajes que tal vez fueron personas que hicieron historia. Voy a sumergirlos entonces en una gama que va desde colores naturales hasta los más brillantes, pasando por épocas remotas, que nos narrarán un mundo casi idéntico al nuestro de hoy en día. La máscara más antigua data del periodo Neolítico alrededor de 9000 años atrás, está tallada en piedra y se encuentra en el museo de París, otras fueron encontradas en el desierto de Judea, Jerusalén y se exhiben allí mismo. En América la máscara más antigua perteneció a la danza de la Morenada, hecha por Pánfilo Flores 1875. Vargas Luza investigador de la cultura popular boliviana halló 12 muestras de máscaras de alrededor de 1850 a 1945. Otras máscaras encontradas más antiguas datan desde 1860 hasta 1900, usaban yeso en los rostros de los que las solicitaban agregándoles diferentes pieles de lagartos, serpientes, sapos, etc. Luego les añadieron perfiles de seres mitológicos como dragones entre las diversas culturas...

Continuará...

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Libro de la autora 2020

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