Falleció Isabel “la Coca” Sarli

Figura emblemática del cine erótico argentino falleció a los 83 años. Estaba internada desde el 26 de mayo por una fractura de cadera.

Agenda de Espectáculos - Grandes de gira06/25/2019CVA  Producciones IntegralesCVA Producciones Integrales
Isabel Sarli
  

Posdata Digital Press | Argentina

Isabel “la Coca” Sarli, de 83 años, murió este tras permanecer internada desde el domingo 26 de mayo. La reconocida actriz había ingresado al Hospital de San Isidro por una fractura de cadera izquierda, a lo que se le sumó un cuadro de sepsis (infección) urinaria, que evolucionó con cuadro de shock séptico. Sarli estaba con asistencia respiratoria, lo que impidió que reiteradas veces pudiera ser operada de su cadera.

En las últimas semanas además se le diagnosticó una fuerte neumonía y su estado fue irreversible.

Hilda Isabel Gorrindo Sarli había nacido en Concordia, Entre Ríos, el 9 de julio de 1935. Fue descubierta en 1956 por Armando Bó, de quien se convirtió en protagonista de varias de sus películas.

Fue protagonista de filmes como “Carne”, “La leona” y “La diosa impura”, que la convirtieron en un símbolo sexual de su generación y su recordada frase “¡Canalla! ¿Qué pretende usted de mí?”.

Hilda Isabel “La Coca” Gorrindo Sarli había nacido en la ciudad entrerriana de Concordia el 9 de julio de 1929 y hacia finales de la década del 50 se encaminó a convertirse en emblema del cine dirigido por Armando Bó, con 30 de sus 34 largometrajes.

Desde entonces se convirtió no solamente el icono sexual masculino sino también, por sus marcadas curvas, en estereotipo provocador perseguido por la censura.

Hilda Isabel “La Coca” Gorrindo Sarli había nacido en la ciudad entrerriana de Concordia el 9 de julio de 1929 y hacia finales de la década del 50 se encaminó a convertirse en emblema del cine dirigido por Armando Bó, con 30 de sus 34 largometrajes.

Desde entonces se convirtió no solamente el icono sexual masculino sino también, por sus marcadas curvas, en estereotipo provocador perseguido por la censura.

Los periodistas Jorge Abel Martín, en su libro “Los films de Armando Bó con Isabel Sarli”, y Néstor Romano en “Isabel Sarli al desnudo”, en 1956 conoció al director cinematográfico que la dirigiría en 30 largometrajes que la llevaron a la fama.

Bo, con quien además mantuvo una muy cercana relación durante toda su vida, era productor y coprotagonista de esas películas que convirtieron a la dupla en sinónimo de cine erótico.

Dentro de ese género que el director y productor de cine Rodolfo Kuhn (1934-1987) definiría como de “pornografía ingenua”, Sarli comenzó su raid con “El trueno entre las hojas” (1958) basado en un relato del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos.

La película cuya acción discurre en Paraguay, se convirtió en la primera argentina en incluir un desnudo femenino total, con lo que marcó un hito en la historia de la producción cinematográfica nacional.

Con temática emparentada siguió “Sabaleros” (1959) y luego “India” (1960), la iniciadora de las versiones “cortadas” para la Argentina y con mayor “temperatura sexual” en el exterior.

También de 1960 es “Y el demonio creó a los hombres”, que como al igual que “India” fue perseguida por los guardianes de la moral pública, cuyas observaciones fueron creciendo hasta que una década más tarde desembocaron en la prohibición de una decena de sus filmes.

Estas películas se convirtieron en éxitos tanto en Argentina como en Paraguay, pero también en Panamá, Rusia, Japón, y Estados Unidos, plazas que nunca antes habían sido alcanzadas por el cine rioplatense.

En 1962, a propuesta de Bó, luego de los éxitos de “Favela” y “La burrerita de Ypacaraí”, Sarli se puso a las órdenes de Leopoldo Torre Nilsson como figura de “Setenta veces siete”, con guión de Ricardo Becher y Beatriz Guido coprotagonizada por el actor español Francisco Rabal.


Luego de esa primera incursión en el cine considerado “serio”, Sarli volvió con Bó, con quien hizo otros 24 largometrajes hasta la muerte del director, en 1981.

La actriz reapareció luego en dos películas de Jorge Polaco, “La dama regresa” (1996) y “Arroz con leche” (2009).

Su carrera con Bo fue marcada a fuego por las disputas con el Ente de Calificación Cinematográfica creado en 1966, que alcanzó su punto de conflicto más duro durante la gestión del crítico Miguel Paulino Tato, época en la que sobresalieron títulos como “Los días calientes”, “Carne”, “Desnuda en la arena”, “Fuego” y “Fiebre”.

Fuente:diario de cultura

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Alejandra Ponce de León
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