Calentamiento global propicia invasión de mosquitos a la región antártica

El cambio ambiental global tiene un profundo impacto en la distribución de las especies, causando una redistribución de la biodiversidad mundial sin precedentes.

Natura 10/01/2020 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales

Calentamiento global posdata-digital-press Foto:tekcrispy

Posdata Digital Press | Argentina

El cambio ambiental global tiene un profundo impacto en la distribución de las especies, causando una redistribución de la biodiversidad mundial sin precedentes. Debido a sus paisajes relativamente prístinos y a la reciente exposición a la visitación humana, las regiones polares se han convertido en centinelas de tales cambios biogeográficos.

Las invasiones biológicas son una gran amenaza para los ecosistemas polares, siendo catalizadas por el aumento de las conexiones antropogénicas entre regiones climáticamente análogas. Por lo tanto, permiten que los organismos preadaptados colonicen la región antártica.

Alto riesgo de colonización
Como resultado, la biota terrestre, mayormente endémica, de las islas del Océano Austral, así como del continente antártico, está expuesta a nuevas interacciones bióticas que surgen de la llegada de especies exógenas.

Eretmoptera murphyi es un mosquito no volador endémico de la isla subantártica de Georgia del Sur que se introdujo inadvertidamente a la Isla Signy (en la imagen).

A fin de evaluar el alcance de los cambios en la distribución potencial de las especies vivas, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos y otras instituciones, utilizaron técnicas de modelización de la distribución de especies correlativas (SDM) para identificar áreas que son climáticamente análogas a las que se encuentran dentro del área de distribución de una especie.

Este marco metodológico se fundamenta en la idea de que estas áreas tienen un alto riesgo de colonización, y por lo tanto pueden ser consideradas como sitios prioritarios para la protección activa y el control de la bioseguridad.

La especie Eretmoptera murphyi, popularmente llamada “mosquito sin alas”, constituye un caso representativo de un posible cambio en el área de distribución hacia los ecosistemas de las latitudes meridionales.

Impacto sustancial
E. murphyi es un mosquito no volador endémico de la isla subantártica de Georgia del Sur en el sector del Atlántico Sur del Océano Austral, que se introdujo inadvertidamente a la Isla Signy, probablemente en la década de 1960 en asociación con experimentos de trasplante de plantas, y en la actualidad alcanza una densidad poblacional de cientos de miles por metro cuadrado.

La biota terrestre de las islas del Océano Austral y del continente antártico está expuesta a nuevas interacciones bióticas que surgen de la llegada de especies exóticas.
El mosquito puede tener un impacto sustancial en el funcionamiento del ecosistema en términos del ciclo de los nutrientes, ya que cuenta con las preadaptaciones apropiadas para la supervivencia a lo largo de su rango de invasión, incluyendo una considerable tolerancia al frío, respirar bajo el agua y soportar la desecación.

El impacto combinado de las condiciones ambientales cambiantes junto con los procesos de invasión biológica, ha llevado a informes sobre el colapso de los ecosistemas en la región antártica en general, y los altos niveles de endemicidad en las islas del Océano Austral pueden hacerlas más propensas a las invasiones biológicas que otras regiones.

Por estas razones, y dada la proximidad ecológica de la Península Antártica mediada por las actividades humanas, es probable que esta especie represente un riesgo de invasión significativo para la región Antártica.

Estos eventos de introducción, explican los investigadores, son difíciles de detectar e inviables de erradicar, por lo que se requieren medidas de anticipación y prevención más eficaces para proteger y preservar la biodiversidad antártica.

Fuente:.tekcrisp

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