Secretos del tiempo

Una carta y una ilusión que el destino entreteje en penumbras. Secretos de la historia en la maraña del tiempo.

Columnas - La Cima Del Tiempo 14/08/2020 Sil Perez
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POSDATA Digital Press | Argentina

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Por Sil Perez | Escritora | Poeta



      Buenos Aires, 22 de julio de 18...

 

Querida Pepa:

No son momentos de distracciones pero, a pesar de todo este revoltijo, no quiero dejar de escribirle estas líneas. No sé en qué locura andará por estos días pero, la verdad, es que extraño su presencia. Por aquí la cosa anda caldeada. Ya no confío en nadie, y esta persecución que altera mis días tiene que ver con cierta gentuza que acompaña a Juan. Esos “débiles y calzonudos” que solo obedecen al rigor. Incapaces de clavar la sangre donde hace falta. Juan es muy confiado, y eso me enfurece. Esto de la Campaña del Desierto alteró las aguas, y creó enemigos. Pero mis pardos y mis morenos jamás lo abandonan: de eso estoy segura. Por ellos y por mi Juan doy la vida. ¡Ay, mi Pepa querida, mi mejor amiga!  Solo deseo que no ande en conflictos. No sé cómo andará su relación con Manuel aunque, pasado el tiempo, sigo pensando en los ovarios que la han acompañado todo este tiempo.  Aunque mis palabras ni mi actitud sean buenas consejeras, hoy quiero que sepa que siempre contará conmigo. Yo también debí mentir. Fingir un embarazo para dar el sí a Juan fue un riesgo que quise asumir. No me arrepiento. Él es un hombre  sensible  aunque su rol de Restaurador impida descubrirlo.  Pero usted, mi niña, lo suyo es otra cosa. Y, aunque Pedro es fruto de un amor prohibido, sé que las sombras a la larga sabrán deshojar la historia. Aún recuerdo la travesía del éxodo jujeño hacia Tucumán. El destino no pudo ser más oportuno. ¡Ay mi niña!, ¡si lo viera cómo crece, y cómo se parece cada vez más a su padre!  La negra Aura siente adoración por él. Creo que, en el fondo, algo sospecha. Pero el silencio es tumba sagrada. 

Por aquí la cosa anda revoltosa: la Mazorca es la causa que me tiene en vilo. Si supiera la emoción que me causa ver a los agitadores dar la vida por mi amado… Mi Josefa querida, si hasta me tiembla el pulso al contarlo…  

En fin, más allá de las riendas revolucionarias, mis días palpitan al compás de mis negras mazorqueras. Ellas se aferraron a mis días, y hoy ya son parte de mí.  Pero no quiero apabullarla con mis cosas. Los días pasan, y la semana próxima ya es 29 de julio. Claro que sí, el cumpleaños de Pedro Pablo. 

 Si tuve la osadía de escribirle es porque quiero que sepa que Pedro conservará todo el amor que usted y Manuel soñaron. Aquí junto a Juan sabremos mantener el secreto, hasta que el momento soñado aproxime sus pasos.

Mi abrazo más sentido,

Encarnación Ezcurra de Rosas.

 


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