¡Al Cinema!: "Edición Bellas Artes-Rosario”

Comenzó el ciclo de cine italiano, con directores y géneros que atraviesan dos grandes ejes muy vinculados a la bella Italia: el arte y la familia. Se presentan de manera online y gratuita.

Cine 08/05/2021 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales
Foto de portada: Michelangelo Infinito. Italia, 2018. Dirección: Emanuele Imbucci.

POSDATA Digital Press | Argentina

Así como después de Beethoven y Duchamp hubo más música y arte para disfrutar, después de La dolce vita también se encuentran otro tipo de películas italianas para descubrir y admirar. Este parece ser el caso de los films que se presentan en el ciclo “Al Cinema! Edición Bellas Artes-Rosario”, que comenzó de manera online y gratuita. 

Sangue del mio sangue. Italia, 2015. Dirección: Marco Bellocchio. El primer film del ciclo que se presenta.

La propuesta cinematográfica —que lleva adelante el MNBA, junto con el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires y el Consulado General de Italia en Rosario— ofrece una programación de seis películas de puro cine italiano actual y contemporáneo. Se trata de un selección en la que, como dice su curador Leonardo D'Espósito, "abundan los grandes nombres, delante y detrás de la cámara; también la presencia de relatos, de invenciones que generan lo nuevo". Y agrega: "La pregunta –clave de todo el arte italiano– es qué agrega el ingenio del hombre al mundo y por qué”.

Entre ellas, se podrá disfrutar de Sangue del mio sangue (dir. Marco Bellocchio); Michelangelo Infinito (dir. Emanuele Imbucci); Dietro gli occhiali bianchi (dir. Valerio Ruiz); Il capitale umano (dir. Paolo Virzì); I villeggianti (dir. Valeria Bruni-Tedeschi), y Sicilian Ghost Story (dir. Antonio Piazza y Fabio Grassadonia).

Dietro gli occhiali bianchi. Italia, 2015. Dirección: Valerio Ruiz.

Algunas de ellas nunca se estrenaron en las salas comerciales de la Argentina y es el Bellas Artes el que tomó la iniciativa para compartirlas con todos los espectadores, incluidos los siempre amantes del cine italiano. La curaduría de este ciclo aborda una amplia diversidad de géneros —comedia, drama, documental, fantástico y más— que exponen y demuestran una parte muy interesante de la actual realización cinematográfica de la Italia de hoy.

En este sentido, conversamos con el curador, docente y crítico de cine argentino Leonardo D’Espósito —autor de Todo lo que necesitás saber sobre cine (2014); 50 películas que conquistaron el mundo (2015); 50 películas para ser feliz (2016), y Steven Spielberg. Una vida en el cine (2018)—, quien nos cuenta más sobre las joyitas de “Al Cinema! Edición Bellas Artes-Rosario”. 

El curador y crítico de cine, Leonardo D'Espósito. Foto: Planeta de libros.

-¿Qué cuestiones o criterios se tuvieron en cuenta para la curaduría de cine italiano de Al cinema!?

-En principio, que fueran películas contemporáneas, en general con recorrido. Por cierto, por cuestiones relacionadas con el mercado cinematográfico, no todos los films que uno quiere están disponibles. De los que estaban, se privilegió un recorrido. Cuando armo un ciclo, trato de pensar un tema —a veces evidente, a veces, no— y que el criterio implique mirar un tema de modo prismático. Aquí fue básicamente la relación entre el arte y lo real, la idea de creación y, detrás, la de vocación —cuestión fundamental que une el arte, la religión y lateralmente, la familia—. Ese tema, quizás subterráneo, se declina de diferentes maneras a través de estas películas.

-En el ciclo se presenta una gran variedad de géneros. Frente a esa diversidad, ¿hay puntos en común que constituyen un mismo núcleo narrativo o hay más bien un abanico de múltiples tópicos, más allá de la impronta de cada director?

—Volvemos al tema de la declinación. Hay pocos temas, en realidad: lo que hace que una película forme parte de la memoria colectiva (y esto vale para cualquier obra de cualquier arte) es su ejecución formal y cómo tal ejecución crea una forma nueva que se fija en esa memoria. Así que aquí la cuestión pasó por armar ese prisma, que una vez entendido el núcleo común, se prestase atención a las diferencias. Eso llama a otros temas, a otras ideas que surgen como ramas de un tronco principal. De allí que era importante que hubiera autores o nombres propios del arte haciendo "fuerza" dentro de la selección.

-Los conceptos de arte y familia están muy asociados con la cultura italiana. ¿Los directores que se presentan problematizan la complejidad de estos ejes? ¿Proponen modos personales/particulares de abordarlos? 

—Sí, ahí están. Es claro que no es lo mismo el acercamiento a cuestiones familiares de Bellocchio, un tragediante operístico y exuberante, que el de Bruni-Tedeschi, más cercana a la comedia amable americana, de medio tono, "a lo Kasdan", si se quiere. Esto es lo que hace que la selección sea variada para el espectador. La idea consiste en que se vean todas las películas y que los temas comunes aparezcan como un eco, pero que se note la mano particular de cada artista a la hora de entretejerlos en las tramas de cada film.

-Hablando de familia, ¿existen hoy familiaridades entre el cine italiano y el argentino, o más bien podemos hablar de parientes lejanos?

—Parientes no demasiado cercanos, sí. Hay una forma de lo argentino —en el habla, en la cadencia, en el movimiento del cuerpo— que está indeleblemente marcada por lo italiano, que le da a lo argentino aquello que le es propio y particular, y eso queda registrado, como en ninguna otra arte, en el cine. Pero creo que las preocupaciones del cine nacional son mucho menos universales que las del italiano. También que se ha volcado formalmente a mirar otras pantallas y épocas (notablemente la Nouvelle Vague francesa, más allá de que Truffaut, Godard y Cía. habían mirado de frente y perfil el Neorrealismo) lo que establece con el cine italiano una distancia que hace tres o cuatro décadas no existía.

-Para los futuros espectadores, ¿qué atender y tener en cuenta para disfrutar más de los films de este nuevo ciclo en el MNBA? 

—Simplemente sentarse y mirar. Cada film (bueno) es siempre una sorpresa: si lo vimos, nos permite descubrir algo nuevo; si no, nos provee de algo que antes no estaba allí. Es difícil que todo guste a todos, pero puede suceder que, entre estas películas, se encuentre una que quede en la memoria y sirva de referencia, de refugio, de herramienta para la inteligencia.

 

Ingresá acá para conocer la programación completa de “Al Cinema! Edición Bellas Artes-Rosario”.

Fuente:Ministerio Cultura Argentina

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