¿Apareció la tumba de la madre de Alejandro Magno?
Eruditos aún no lo creen.
Ciencia - ARQUEOLOGÍA22/07/2021CVA Producciones IntegralesPOSDATA Digital Argentina
Un investigador de Serbia afirma que una tumba encontrada en 1850 cerca del sitio arqueológico griego de Pydna es efectivamente la de la Olimpa, la madre de Alejandro Magno. A pesar de la truncada historia del personaje, y del robo de sus restos, ciertas características y coincidencias temporales parecen apoyar su conclusión.
Sin embargo, otros expertos en el tema se han mostrado escépticos y consideran que hay poca evidencia científica para dar por sentado que se trata en verdad de la tumba de Olimpa.
Una tumba estudiada en varias oportunidades
La tumba en cuestión se descubrió en 1850, y desde entonces ha sido objeto de varias investigaciones arqueológicas. Una de las más recientes fue la reaizada por Athanasios Bintas, profesor emérito de estudios griegos en la Universidad de Niš en Serbia.
Aunque su conclusión fue apoyada por Liana Souvaltzi, quien afirma haber encontrado la tumba de Alejandro Magno, también ha generado polémica entre los académicos. Pero, para entrar un poco en contexto, recapitulemos la historia.
La historia detrás de la tumba de Olimpa
Después de la muerte de Alejandro Magno en el año 323 antes de Cristo (a.C.), el vasto imperio que había construido en vida se derrumbó. En medio del caos, su madre Olimpa, se encargó de proteger a su nieto Alejandro IV, y a Roxane, madre del niño y una de las esposas de su hijo.
Mientras tanto, los generales y oficiales peleaban por quién quedaría al mando y, entre ellos, un funcionario llamado Casandro intentó hacerlo a la fuerza. Fue a Macedonia, donde se encontraban Olimpa y sus protegidos, y trató de secuestarlos. Las fuerzas aún leales a la reina lucharon en su contra, pero poco después se rindieron, luego de lo cual Casandro ordenó ejecutar a la madre de Alejandro Magno, y posteriormente, también a Alejandro IV y Roxana.
Las razones por las que sí podría tratarse de la tumba de la madre de Alejandro Magno
La presunta tumba de la madre de Alejandro Magno tiene 22 metros de largo y está compuesta por múltiples cámaras. Su diseño parece corresponder a entre finales de siglo IV y principios del siglo III a.C. Sin embargo, no hay restos en su interior.
Los historiadores ponen en duda que Casandro no permitió que la madre de Alejandro Magno tuviera una tumba digna, lo que podría explicar la naturaleza de la hallada en 1850. Bintas dice que probablemente la estructura fue mucho menos elaborada al momento del entierro, pero cree que Pirro, sobrino de Olimpa y rey en Macedonia, la amplió para honrar su memoria.
Bintas se apoya en el gran tamaño de la tumba, su edad y proximidad de los tiempos históricos involucrados, así como su cercanía con Pydna, lugar donde derrotaron a Olimpa. Además, cerca de ella se encontraron también inscripciones que parecen mencionar la tumba de la madre de Alejandro Magno.
El escepticismo de los eruditos
Sin embargo, otros expertos en el tema que no participaron en la investigación de Bintas, se mostraron escépticos respecto a esta afirmación, que consideraron apresurada. Algunos, como Elizabeth Carney, profesora de humanidades en la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, dice que “es demasiado pronto para decir si esta es la tumba de Olimpia”; en especial, porque hay “poca evidencia específica”.
Por su parte, Ian Worthington, profesor de historia antigua en la Universidad Macquarie en Sydney, Australia, planteó algunos argumentos adicionales. Sobre la base de que Casandro no permitió un entierro adecuado para Olimpa y de su temor a las rebeliones, suena poco lógico que proporcionara a sus oponentes un lugar propicio para conspiraciones. En dado caso, habría bloqueado el acceso a este lugar.
En cuanto al papel de Pirro, vale acotar que cuando Casandro murió habían pasado casi 20 años desde la muerte de Olimpa. Worthington creen que es poco probable que alguien dedicara recursos y atención a la ampliación de la presunta tumba de la madre de Alejandro Magno. A ello sumamos que Olimpia era originaria de Epiro, en el noroeste de Grecia, y la intención de darle un entierro adecuado apunta más a llevarla a su hogar que dejarla en el lugar en el que la mataron.
Añadió que un gran tamaño no necesariamente es sugerencia de que la tumba pertenecería a alguien de la nobleza. En cambio, podría haber pertenecido a alguien con mucha riqueza, pero no noble.
Fuente:tekcrispy
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