Los castillos medievales, así era la estructura de estas fortalezas

POSDATA Digital Press | Argentina

Para nadie es un secreto que la Era Medieval fue bastante oscura para nuestra historia, incluso nosotros hemos hablado acerca de varios datos de salud bastante perturbadores, como los bizarros métodos anticonceptivos o algunos hechos sobre la medicina antigua que le harían exclamar WTF a cualquiera. Sin embargo, hoy nos enfocaremos en los castillos medievales, los cuales, si bien son de las estructuras arquitectónicas más hermosas e interesantes que nos dejó la Edad Media, también son algunas de las estructuras más letales que nos dejó esta época antigua.

Piénsalo de esta manera: los reyes o feudales debían protegerse a ellos y a su pueblo de posibles invasiones, así que las estrategias de lucha debían estar cubriendo todos los aspectos. Evidentemente, la infraestructura no podía ser una excepción, así que creaban castillos letales con varios tipos de defensa que te explicaremos a continuación. 

Dobles murallas

Imagina que vas a entrar a un castillo. Probablemente, lo primero que pasa por tu cabeza es una muralla enorme con una puerta con cadenas que también servirá de puente para poder pasar.

Aunque se ve bastante ostentoso, la verdad es que esto no se trata de una simple excentricidad. Estas murallas, que normalmente eran dos,  estaban hechas para encasillar a los enemigos en lo que se denominaba como the killing field (el campo de la muerte), pues en ese espacio podían acorralar a los enemigos que lograban ingresar por la primera gran estructura, y se les hacía más fácil acabar con ellos.

Torres estratégicas

Una vez que los enemigos estaban en el killing field, era el turno de los arqueros. Estos se posicionaban en las torres, las cuales estaban diseñadas de forma que pudieran apuntar hacia abajo mientras ellos estaban protegidos.

Básicamente, se trataba de una especie de doble muralla con orificios en la parte superior de cada torre que evitaba que los arqueros fueran heridos desde lejos, pero que permitía que ellos dispararan sus flechas hacia quienes intentaban invadir subiendo por las paredes de la muralla.

El espiral de la muerte

Ahora imagina que, a pesar de todo, los enemigos pudieron atravesar el castillo y se dirigen hacia las torres, ¿cómo podían frenar a los invasores? Pues simple: desde las escaleras.

Estas estaban hechas en una espiral ascendente que iban en el sentido de las manecillas del reloj. Esto, aunque parece un detalle sin importancia, evitaba que los caballeros (que eran diestros, pues ser zurdos en la época era considerado un pecado), blandieran su espada correctamente, pues se encontrarían constantemente con la columna central del espiral. Para la desgracia de sus invasores, la defensa, que venía desde arriba, tenía mucho más espacio para atacar a sus oponentes.

Sin embargo, esta no era la única forma en la que las escaleras protegían a las torres. Estas poseían códigos especiales en sus escalones que solo los guardias del castillo conocían. ¿Cómo? Pues con la altitud de cada escalón.

Estos poseían un orden específico que los guardias del castillo debían conocer de memoria, de forma que pudieran atravesar los escalones altos y bajos sin ningún tipo de problema. Además, en cada castillo había un código diferente, por lo que cada uno tenía unas escaleras de defensa únicas.

Así, los invasores que querían atravesar las escaleras debían luchar contra el muro de la espiral, los tropiezos con los escalones y, además, con los guardias del castillo que estaban mucho más acostumbrados a este espacio.

Ahora cada vez que visites un castillo medieval, recuerda repasar mentalmente todas las formas en las que este estaba diseñado para acabar con sus enemigos, y recuerda: ¡cuidado con las escaleras!

Fuente:tekcrispy