Abrázame, entrevista a Shakira Martínez

Mate y veneno05/07/2025 Por José Luis Ortiz Güell
  

WhatsApp Image 2025-05-03 at 7.46.07 PM

POSDATA Digital Press| Argentina


Por José Luis Ortiz Güell. 

Por José Luis Ortiz Güell | Escritor, periodista, columnista internacional, gestor cultural

Hay voces que no solo se escuchan, sino que se sienten. Hay artistas que no solo interpretan, sino que transforman. Y hay trayectorias que, sin haber alcanzado aún su cima, ya están dejando una huella imborrable. Hoy nos acompaña una mujer que canta desde la raíz y el corazón, que convierte cada escenario en un templo de emociones. Desde sus primeras notas en secreto con su abuela, hasta compartir escenario con leyendas como Alejandro Sanz o Camela, Shakira Martínez no solo canta: nos cuenta quién es en cada canción.

Bienvenida, Shakira. Gracias por permitirnos asomarnos a tu historia…

Shakira Martínez es una de las voces emergentes más profundas del panorama flamenco-pop y urbano en España. Con orígenes humildes, una fuerte herencia familiar y una sensibilidad única, ha sabido combinar la pureza del flamenco con la fuerza de lo contemporáneo. Su carrera está marcada por la autenticidad, la constancia y una conexión especial con el público. Hoy, en medio de su exitosa gira 'ABRÁZAME', nos abre su alma.

Tu primer concierto fue en una reunión familiar y desde ahí nunca paraste. ¿Qué crees que vio tu abuela Lina en ti antes que nadie más?

—Bueno, lo que mi abuela vio en mí, supongo que sería algún tipo de aptitud o sensibilidad especial para dedicarme a esto. La verdad es que nunca llegué a preguntárselo directamente, así que no sabría decirte con exactitud qué fue lo que le hizo pensar que este podría ser mi camino.

Quizá simplemente se dio cuenta de que tenía cierta facilidad, o tal vez fue algo más intuitivo, una corazonada suya al ver cómo me desenvolvía en aquel momento. Lo cierto es que, aunque nunca hablamos del tema en profundidad, siempre agradeceré que confiara en mí y me animara a seguir por aquí.

Has rechazado concursos televisivos muy grandes por seguir tu propio ritmo y formación. ¿Qué significa para ti defender tu tiempo y tu camino en una industria que va tan rápido?

 —Para mí, defender mi tiempo y mi camino en la industria significa, ante todo, ser fiel a mí misma y a mis principios. Con los años he aprendido que nadie te regala nada en este mundo, y que si quieres que tu voz se escuche, tienes que ser coherente con lo que eres y lo que quieres transmitir.

He tenido la suerte de vivir experiencias increíbles en otros programas y proyectos, momentos en los que me lo he pasado genial y que, sin duda, han sido parte de mi crecimiento. Pero con la madurez, también he ido entendiendo qué tipo de caminos no volvería a recorrer. Hay cosas que, aunque en su momento parecían divertidas o interesantes, hoy sé que no encajan conmigo, especialmente en lo que se refiere al mundo de la música y a cómo quiero que se perciba mi arte.

No se trata de cerrar puertas, sino de elegir conscientemente por dónde quiero pasar. Al final, es un ejercicio de autoconocimiento: saber qué estás dispuesta a dar, qué estás dispuesta a aceptar y, sobre todo, qué no estás dispuesta a negociar. Porque si algo he aprendido, es que cuando dejas de ser tú misma por complacer a otros, al final pierdes más de lo que ganas. Y en la música, como en la vida, la autenticidad es lo único que realmente perdura.

Cuando cantas temas como “Porque” o “Quiero que me olvides”, ¿en qué heridas, amores o recuerdos piensas? ¿Cantas para sanar, para liberar o para compartir?

—El acto de cantar tiene muchas caras: hay veces que cantamos para sanar nuestras propias heridas, otras para compartir una enseñanza, y en ocasiones simplemente para acompañar a quien nos escucha. En mi caso, muchas de las canciones de desamor que interpreto no nacen directamente de mi experiencia personal - afortunadamente no he vivido todos esos dramas que canto - pero sí que es cierto que tengo una capacidad de empatía muy desarrollada.

Cuando me enfrento a una canción triste o a una historia de amor fracasado, puedo sumergirme completamente en esa emoción ajena. Es como si conectara con ese dolor o esa alegría a través de los ojos de otra persona. No necesito haber pasado exactamente por lo mismo para entenderlo; basta con observar, escuchar y, sobre todo, sentir con honestidad.

Creo que esa es precisamente la magia del arte: la capacidad de transmitir emociones universales aunque no sean exactamente tuyas. Como intérprete, mi trabajo es ser un canal, un puente entre la historia que cuenta la canción y el público que la recibe. Y para eso, a veces, es más importante la sensibilidad que la vivencia directa. Al final, lo que importa es que cuando cante ese desamor, aunque no sea mío, suene verdadero para quien sí lo ha vivido.

¿Qué sentiste cuando Alejandro Sanz te dio ese espacio para compartir escenario? ¿Te imaginaste alguna vez ese momento?

—La verdad es que me sentí profundamente agradecida - y aún hoy lo sigo estando - porque trabajar con Alejandro ha sido un auténtico honor. Él es, sin duda, uno de los grandes referentes de la música en nuestro país; un artista completo que ha marcado época. Que alguien con su trayectoria y su talento confiara en mí... bueno, todavía me emociono cuando lo recuerdo. Fue una oportunidad inmensa, de esas que te cambian la perspectiva, y le estaré eternamente agradecida por ese regalo.

Y aunque pueda sonar curioso, sí, en cierto modo me lo imaginaba. Tengo esa peculiaridad de que a veces 'decreto' cosas que, de alguna manera, siento con certeza que van a ocurrir. No es algo racional, sino más bien una convicción íntima, como si lo supiera en mi corazón antes de que suceda. Pero lo hermoso es que, aunque intuía que llegaría ese momento, la forma en que se materializó superó todas mis expectativas. La vida tiene esa magia: te concede lo que anhelas, pero siempre a su manera y en su momento perfecto.

Esa es justamente la enseñanza más valiosa que he ido integrando: puedes estar completamente segura de tu potencial y de lo que mereces alcanzar, pero al final el universo te lo entrega envuelto en sorpresas que nunca podrías haber imaginado. Y en mi caso, siempre - siempre - ha sido para mejor. Esa fe inquebrantable, combinada con la capacidad de asombro, es lo que hace el camino tan especial

En esta gira ‘ABRÁZAME’, ¿a quién abrazas realmente con tu música? ¿Al público, a tus raíces, a la niña que cantaba a escondidas…?

—Esta gira, 'Abrázame', representa mucho más que una serie de conciertos; es mi manera de tender un puente emocional con cada persona que viene a vernos. El título no es casualidad: cuando canto esta canción, que escribí con todo el amor para mi abuelo y mi bisabuelo, siento que estoy envolviendo al público en un abrazo musical. Es una de esas composiciones que llevan tanto de mi esencia, tanto sentimiento verdadero, que no podía quedarse simplemente en un tema más del repertorio.

'Abrázame' nació como un homenaje familiar, pero se ha convertido en algo mucho mayor. Cada noche, cuando la interpreto, intento que esas palabras resuenen de forma única en el corazón de quien las escucha. Porque la magia está en cómo una misma letra puede cobrar mil significados distintos según las vivencias de cada persona.

Lo más bonito es ver cómo el público responde a esa intención. Noto que entienden perfectamente lo que quiero transmitir: ese calor, esa conexión humana que solo la música puede crear. No se trata simplemente de cantar bien o de poner voz a una melodía; es about crear un espacio donde, por unos minutos, todos nos sintamos un poco menos solos, un poco más comprendidos. Ese es el poder transformador de la música que tanto adoro.

Tu voz tiene algo ancestral. ¿Sientes que cada vez que cantas, también canta tu abuela, tu tierra, tu historia?

El escenario es un espacio donde no solo comparto mi música, sino también mis emociones y mis raíces. Hay momentos en los que, al interpretar ciertas canciones, inevitablemente me conecto con recuerdos profundos de mi familia. Cada melodía, cada letra, tiene el poder de transportarme a momentos significativos junto a ellos. Algunas canciones me hacen pensar especialmente en mis padres, en todo el esfuerzo y el amor que me han dado. Otras me evocan la complicidad y la alegría que comparto con mis hermanos, o la sabiduría y el cariño de mis abuelos. Incluso hay temas que me llevan de vuelta a esas conversaciones llenas de historias y consejos que tuve con mis abuelas.

Por eso, cada vez que subo o bajo de un escenario, llevo conmigo ese legado emocional. Mi familia es mi inspiración constante, y su presencia, aunque a veces sea en el recuerdo, es un motor que me impulsa a dar lo mejor de mí en cada presentación. Son parte fundamental de mi historia, y eso se refleja en mi música y en cómo me conecto con el público.

¿Hay algún momento, en medio del éxito, en el que te hayas sentido frágil o a punto de rendirte? ¿Qué te sostuvo entonces?

El escenario es mucho más que un lugar donde interpreto música; es un espacio donde cobran vida mis emociones más profundas y mis raíces más queridas. Hay momentos en los que, al entonar ciertas canciones, siento una conexión especial con mi familia, como si cada melodía fuera un hilo invisible que me une a ellos. Algunas piezas musicales me transportan directamente a la calidez de mis padres, a su apoyo incondicional y a esos sacrificios silenciosos que hicieron por mí. Otras me recuerdan las risas compartidas con mis hermanos, esa complicidad única que solo existe entre nosotros. Y hay temas que, con solo escucharlos, me llevan de vuelta a los relatos sabios de mis abuelos o al amor tierno de mis abuelas, a esas enseñanzas que han dejado una huella imborrable en mi vida.

Por eso, cada presentación es un tributo a quienes han formado parte de mi historia. No importa si estoy subiendo al escenario lleno de adrenalina o bajando de él con la satisfacción del deber cumplido: siempre llevo a mi familia conmigo. Son mi inspiración constante, mi fortaleza en los momentos de duda y la razón por la que doy lo mejor de mí en cada nota. Su presencia, aunque a veces sea en el recuerdo, es el latido que da vida a mi música y lo que me permite conectar de manera auténtica con el público.

 ¿Qué es lo que el público aún no ha visto de Shakira Martínez y que está por llegar?

— En este momento de la gira, el público todavía no ha visto el espectáculo en su máxima expresión. Aunque ya estamos inmersos en los conciertos, seguimos trabajando constantemente en la evolución del show. Surgen nuevas ideas cada día, innovaciones tanto a nivel musical como escenográfico, y en todos los aspectos que conforman una producción de este nivel.

Estamos en un proceso creativo muy dinámico donde cada función nos permite refinar y mejorar. Tengo la absoluta certeza de que cuando alcancemos ese siguiente nivel que perseguimos, el resultado será realmente espectacular. De hecho, es precisamente este camino de crecimiento constante lo que hace tan especial este proyecto.

Quiero destacar que, aunque vamos marcando nuestro propio ritmo, el progreso es extraordinario. Trabajamos con mucha seguridad y determinación, pero sobre todo con una ilusión inmensa. Y no podría dejar de mencionar mi profundo agradecimiento a todo el equipo que está haciendo posible este sueño. Su dedicación y talento son los pilares que nos permiten seguir avanzando hacia ese show grandioso que tenemos en mente.

Gracias, Shakira, por compartir no solo tu voz sino tu verdad. Hoy más que una artista, conocimos a una mujer que se atrevió a romper silencios, a honrar sus raíces y a escribir su historia con nota propia. Que esta gira, y todo lo que viene, sea un abrazo eterno entre tú y la música… entre tú y todos nosotros.

Te puede interesar
Lo más visto

"Bienvenidos a nuestro universo, donde las palabras cobran vida y cada historia conecta, inspira y transforma. Gracias por unirse a Posdata, su hogar de grandes relatos."