Ilusiones silenciosas: ¿Por qué puedes escuchar el silencio?

POSDATA Digital Press| Argentina

Por mucho que intentemos hacer silencio, siempre hay algo que se puede escuchar. Si alguna vez has estado dentro de un estudio o una habitación insonorizada, puede que un sonido desagradable haya interrumpido tus pensamientos. Parecido a un silbido o un abucheo, ese sonido era la ausencia de ondas acústicas o lo que se conoce como “silencio ensordecedor”.

El cerebro realmente percibe el silencio de la misma manera que escucha música o el sonido de una mano que aplaude. Incluso podríamos decir que lo hace con más claridad pues se trata de una ilusión. 

Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins aseguran que si bien el silencio no es realmente un sonido, podemos escucharlo como tal gracias a un proceso de percepción llamado «segmentación de eventos». Durante este, la mente procesa los sonidos al dividir la entrada continua de ondas acústicas en «eventos» discretos. Esto puede conducir a ilusiones perceptivas, como que un solo pitido acompañado de un silencio parezca más largo que dos separados.

Así que sí, el silencio se escucha y puede llegar a ser ensordecedor si no estamos acostumbrados a ello.

Cómo se pueden escuchar los silencios

Para poner a prueba nuestra percepción auditiva, los investigadores emplearon una serie de ilusiones utilizadas a menudo por los psicólogos experimentales. Y en todos los casos, los silencios provocaron distorsiones similares a las de un sonido, lo que sugiere que es verdaderamente percibido y no meramente inferido.

 En uno de los experimentos, por ejemplo, se tocaron dos tonos cortos seguidos de un solo tono extendido. Sin embargo, los participantes afirmaron que el ruido individual era más largo que los dos distintos juntos, a pesar de que la duración total fue la misma.

Para otra versión adaptada de este ejercicio, las personas se sumergieron en el ruido ambiental de un restaurante concurrido y una estación de tren. La banda sonora se apagó durante dos interludios silenciosos, cada uno seguido de una breve reanudación del ruido, y luego un intervalo continuo de silencio. Curiosamente, se produjo el mismo resultado: los participantes dijeron que la única pausa silenciosa fue más larga que las dos puntuadas.

 Incluso cuando se involucró una «ilusión extraña», un silencio raro, las personas pensaron erróneamente que el extraño intervalo era más largo que otros sonidos como el ruido de un órgano de tono alto o el de un motor en movimiento. Esto muestra que el cerebro construye representaciones auditivas constantemente, aunque no haya ondas acústicas en el entorno. 

Ahora bien, ¿cuál es el motivo? Posiblemente el objetivo de estos silencios ensordecedores es sustentar nuestra experiencia auditiva. 

 Percepciones silenciosas 
 Mujer viendo por la ventana / Vía Pexels
Los filósofos llevan mucho tiempo debatiendo si el silencio es algo que podamos percibir literalmente, de hecho, algunos especularon que nuestros oídos funcionan como las bocinas de un automóvil. Pero hasta ahora no se había realizado ningún estudio científico que abordara directamente esta cuestión.

Al igual que las ilusiones ópticas engañan a la vista, las auditivas parecen hacer que las personas oigan periodos de tiempo más largos o más cortos de lo que realmente son cuando los sonidos desaparecen. En este sentido, los últimos hallazgos indican que hay al menos una cosa que oímos que no es un sonido sino un silencio. 

“Si con los silencios se obtienen las mismas ilusiones que con los sonidos, esto puede ser una prueba de que, después de todo, literalmente escuchamos el silencio”.

Chaz Firestone, investigador en la Universidad Johns Hopkins 
Y lo más curioso de todo, es que podemos probar las diversas ilusiones silenciosas por nuestra cuenta. Basta con escuchar las grabaciones del experimento que dejamos a continuación.

 
El silencio es parte integral de nuestra experiencia cotidiana: la pausa incómoda en una conversación, el segundo después de un trueno, el momento después de que termina una pieza musical antes de que comiencen los aplausos. Saber que podemos percibir activamente el silencio nos ayuda a comprender mejor los momentos en los que nos enfrentamos a él.

 Después de todo, los silencios no son solo una ventana a la naturaleza de la realidad física, sino que profundizan nuestra comprensión de nuestra cognición básica. Los humanos solemos relacionarnos con cosas que no están inmediatamente presentes, desde imágenes hasta sensaciones. Así que puede que estos hallazgos establezcan una nueva forma de estudiar la audición humana. 

Fuente:www.tekcrispy.com