
POSDATA Digital Press| Argentina
Por Mirta Pavón | | Escritora | Docente | Técnica en Minoridad y familia
La niña juega con su muñeca, le canta una nana y cuando llega su abuela le cuenta que irán a visitar la tumba del abuelo .
¡Que lío se hace la nena, no entiende nada, si estaba ahí en el cementerio, como dicen, que está en el cielo¡
La anciana enciende una vela y el viento caprichoso la apaga...
Rezando le pide al difunto suerte en el trabajo, en la quiniela, y no se que cosas más. Abre la puerta del altar, coloca un plato pequeño y un vasito con agua porque según ella los muertos tienen sed, y más el abuelo que era bastante ebrio...Partió a los 58 años por una cirrosis.
Doña María dice que cada vez que el viento apaga la vela, vuela el alma del abuelo Victor cerquita de ella, (se imagina que es una paloma invisible). vaya saber de dónde viene, no lo entiende bien. Mientras acomoda el jardincito de la sepultura lleno de portulacas, la abuela canta la chacarera del exilio porque a su esposo le gusta su voz.
La pequeña dice que su abuelo caminará por el rectángulo del jardín, cómo Jesús, sobre el océano.
Más artículos de la autora

Objetos con memoria: el lenguaje silencioso de las historias personales

“Todas la voces todas”: el Canto Planetario concebido por Jarquín

Así, entre lo filosófico y lo cotidiano, limpiamos la chimenea de nuestras ideas, arrojando luz sobre aquello que suele permanecer en la sombra.

"Belleza y psicología: cómo la industria cosmética capitaliza nuestras inseguridades"
