Atreverse para atrevernos

Un ser humano que se declara imperfecto, con aciertos y errores; un profesional que ha transitado el camino -literalmente- sin rodeos, sin medir la conveniencia "económica/política" de turno.

Opinión31/05/2017 Sonia Iris Menéndez
  

jORGE lANATA

Posdata Digital |Argentina

Por Sonia Iris Menendez | Counselor. Comunicación. Desarrollo y Despliegue Personal. Escritora.
30 de mayo de 2017 
Programa: Intratables
Invitado: Jorge Lanata

Un escenario en el que percibí se abría una gran puerta hacia una mayor conciencia; un espacio que desde el sillón donde estaba sentada frente a la tele, podía olfatear la sinceridad, frontalidad, transparencia y humanidad de un hombre que se ha atrevido y atreve a verse. Creo que esto último le da la autoridad personal para mirar de frente, responder luego de escuchar al otro, y seguir su voz, su propia voz y expresarla.

Un ser humano que se declara imperfecto, con aciertos y errores; un profesional que ha transitado el camino -literalmente- sin rodeos, sin medir la conveniencia "económica/política" de turno; una persona que mira a su propio ser niño en una foto y no le tiembla la respuesta de: veo a un chico triste.

El contacto con lo que se es en un continuo siendo... llega al oyente y, más aún, al espectador, a modo de invitación y motivación a ser más verdaderos, más genuinos -lo que sería: amos de nuestros pasos, elecciones, decisiones, etc.-. 

No importa si su gordo, flaco, alto, bajo, rico, pobre, muy sociable o solitario, etc., sino si te muestras como sus más allá de las tan famosas expectativas de que te acepten; importa si te atreves a romper esquemas impuestos por diferentes "poderes" y a tal punto, que hasta podes perderlo todo o casi todo o mucho o poco, pero perder y caer y levantarte; seguir buscando incansablemente nuevas experiencias, aprendizajes.

Una mirada por fuera del alambrado en el que nos creemos "libres" encerrados dentro del gran círculo o cuadrado que nos aísla de toda la realidad y enmarca en solo una parte de la misma. Una garganta desabrochada que no teme decir lo que piensa, siente, cree; no teme compartir sus sensaciones sobre lo que experimenta más allá del corral donde la mayoría pasa sus vidas defecando y pisando su propia mera -o creyéndose superado y luego la caca en la cabeza-.

La honestidad, damas y caballeros, adolescentes y adolescentes, de expresar el gran error que desde él considera cometió el actual presidente: "que CFK no vaya presa". Una voz expresando: "no tendría porque saber que el papa es partidista -PJ-, ese es un tema de él".

Me es difícil ser objetiva con alguien que me llega, me toca el corazón, me ilumina el alma cuando expresa que caer hasta el fondo podría ser el comienzo de un verdadero impulso hacia lo nuevo; se humedecen mis ojos al escucharlo transmitir que la justicia no es independiente, que es adoptado y no quiere hablar de ello, que el periodismo es decadente entre paneles/panelistas amontonados como abejas creyendo que la miel los salva a todos y no miran si están secos, vacíos, ociosos...

No he leído un solo libro de Lanata. Conozco nada o casi nada de su vida. Pero hoy me he convencido que es distinto ser distinto si realmente te atreves a la versión más pura de ti mismo. Y este señor, Jorge Lanata, personalmente me ha dado una clase magistral de humanidad: abrió su ser con la vulnerabilidad de quién sabe es fortaleza y desplegó su potencial, su luz interna, para que vernos y atrevernos sea sinónimo de más coherencia y congruencia. Para que hagamos el intento de recordar (del latín recordáis: volver a lo amado) los valores que valen y no esos que cotizan en mercados de oscuridades siniestras, que carcomen el futuro de nuestros hijos, nietos, quizás alguno de nosotros si vivimos AHORA para construirlo, transitando convenced el largo proceso que significa ir cambiando, transformando.

Atreverse "perdonándonos" y chau grieta.

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