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Una guía necesaria para entender de manera clara y a través de dibujos que no le temen al ridículo cómo enfrentar la adolescencia sexual.
Literatura - Literatura11/29/2017 Asociación Civil Soltarte0Posdata Digital | Argentina
“¿Por qué a los chicos no les crecen los pechos?”, “¿Para qué sirven los espermatozoides?”, “¿Qué es la pubertad?”, “¿Qué es hacer el amor?”, “¿Duele la primera vez?”, “Qué es el orgasmo?” y “¿Qué es una enfermedad sexual?” son algunos de los temas tratados por el ilustrador en su texto editado por Paidós.
Philippe Chappuis (Suiza, 1967), conocido como Zep (en honor a Led Zeppelin) comenzó su carrera publicando algunos gags en la revista Spirou; en 1993 publicó “Le sexe et les bretelles” y aunque vendió unos pocos miles de ejemplares sus siguientes libros fueron ganando adeptos al punto de superar en ventas a clásicos como Astérix y ucky Luke. Sus libros se tradujeron a 15 idiomas, incluidos el chino, el italiano y el alemán.
¿Cómo surge la idea de hacer un libro ilustrado sobre las preguntas que todos los chicos se hacen en algún momento?
– Zep: Cuando era chico adoraba la “Guide des Castors juniors”, un libro pequeño, lleno de informaciones graciosas de los animales, de la ciencia… con actividades para hacer bricolaje. Era más que un libro, ¡fue en verdad un compañero! Lo llevábamos con nosotros a la escuela, por la calle, hablábamos de él en clase. Cuando le empezó a ir bien a Titeuf -su más exitosa tira cómica, que llegó hasta el cine- me dieron ganas de hacer mi guía. Pero en el año 2000 una guía de bricolaje no me pareció demasiado útil. Como una de las preocupaciones principales de Titeuf es su acercamiento a la adolescencia y al gran misterio que son las chicas, me salió natural hacer una guía sobre el amor y la sexualidad.
¿Responder a estas preguntas a través de dibujos tiene que ver de alguna manera con el pudor?
– En principio quería que las preguntas de los chicos obtuvieran una respuesta real. Le pedí a Hélène Bruller, que escribía en ese entonces los libros de Titeuf, que hiciera un relevamiento entre las enfermeras que se acercaban a los colegios para dar los cursos de educación sexual para dar con las “verdaderas” preguntas de los chicos. Hélène escribió las respuestas en un lenguaje claro, simple. Sin juicios ni condescendencia. Porque cada una de estas preguntas es esencial. Luego, yo agregué los dibujos, apareció Titeuf y su incomprensión. El hecho de que él se encuentre todavía más perdido e inquieto que los chicos de su edad resulta tranquilizador para los lectores. Y hacer una guía sobre la sexualidad que tenga humor me parece importante. La información y la prevención se realizan en estos temas frecuentemente desde la perspectiva del peligro: ojo con los pedófilos, los riesgos de quedar embarazada, el sida… ¡pero no debemos olvidar que se trata de un tema gozoso!
¿Trabajó en colaboración con médicos o psicólogos para que las respuestas a las preguntas de los chicos fueran adecuadas?
– Z: No. Trabajamos con enfermeras y un psiquiatra infantil. Al final, le dimos a leer la guía a un miembro de las asociaciones de médicos. Nos dijo que la guía era espectacular.
¿Hubo algún capítulo que fuera más difícil de escribir que el resto?
– El de la prevención contra los agresores sexuales. Porque no hay en él nada de divertido. Es una perversión de los adultos que se entromete en el mundo de los chicos… pero era necesario que figurara en la guía.
: ¿Cree que la educación sexual sigue siendo un tema tabú para hablar con los chicos?
–Sigue siendo complicado. Como padres, nunca sabemos si tratamos estos temas demasiado pronto… o demasiado tarde. Y nos cuesta recordar lo chicos que fuimos. A menudo nos imaginamos a los chicos de hoy como mucho más inocentes de lo que fuimos nosotros.
¿Los padres logran hablar abiertamente con sus hijos de los temas tratados en el libro?
– Hay una voz adulta en el libro, la de Hélène Bruller, que es la que responde a las preguntas. Conservamos las preguntas de los chicos tal cual. No las reformulamos. Más allá de eso, es la reacción de Titeuf y sus explicaciones lo que le dan el tono al libro. Nos podemos reír, simplemente… o podemos también aprender. Me divertí haciendo este pequeño bricolaje en las páginas centrales del libro, en la que podemos meter un dedo para explicar de manera infantil “cómo se hace el amor”. No se trata de un libro de padres a hijos, es una guía para que circule entre los chicos… Pero muchas veces los padres me aseguran que entran a las habitaciones de sus hijos y miran la puntita de qué página está doblada, para saber con qué duda anda…
Es la primera vez que este libro se publica en la Argentina, si bien en Francia fue editado hace 16 años. ¿Hizo alguna revisión de los temas tratados?
– No. Son siempre los mismos. Siempre nos enamoramos y con la adolescencia los pelos siguen creciendo por todas partes.
¿Tiene hijos, tuvo ya ocasión de hablar con ellos de estos temas?
– Sí, tengo cinco. De entre 9 y 20 años. Y sí, hablamos con ellos… ¡pero prefieren la guía!
¿Cree que su libro es especialmente importante para los adolescentes?
– Para los pre-adolescentes también… porque lo que les espera genera bastante ansiedad. Te dicen que tu cuerpo va a cambiar, que vas a tener ganas de empezar a repartir besos… ¡con tu lengua! ¡Es bastante asombroso! Abordar estos temas con una sonrisa vuelve la vida más fácil. Me encuentro todavía con muchos lectores que leyeron la guía hace 10, 15 años… Para todos este fue el libro que los ayudó a atravesar ese período. ¡Misión cumplida!.
Vía| diariodecultura
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