Vicks VapoRub: el ungüento nacido del amor y la pérdida

POSDATA Digital Press| Argentina

El famoso ungüento Vicks nació del corazón roto de un padre

Una noche a finales de 1800, en Carolina del Norte, un niño miró a su papá con ojos llorosos y le dijo: “Papá… me duele el pecho”. Tosía sin parar. Ningún jarabe funcionaba. Nada aliviaba su dolor.

Ese padre era Lunsford Richardson, un boticario de pueblo. Pero esa noche, no fue farmacéutico… fue solo un papá desesperado. Se encerró en su pequeño laboratorio y mezcló todo lo que tenía: alcanfor, mentol, eucalipto. Buscaba aire. Buscaba paz. Lo que encontró fue un ungüento espeso que, al frotarlo en el pecho, le devolvía a sus hijos el aliento y el descanso.

Pero su hijo murió antes de que encontrara la fórmula. Nunca lo vio sanar. Y fue ese vacío el que lo impulsó a seguir.

Años más tarde, con la determinación de ayudar a otras familias, Richardson perfeccionó su fórmula y comenzó a vender el producto con el nombre Richardson's Croup and Pneumonia Cure Salve. Sin embargo, buscando una marca más comercial, terminó rebautizándolo como Vicks VapoRub, en honor a su cuñado, el doctor Joshua Vick, quien le permitió acceder a un laboratorio para desarrollar el ungüento.

El producto empezó a distribuirse en 1905, pero fue en 1918, durante la gran pandemia de gripe, cuando alcanzó una popularidad masiva. Las familias lo usaban para aliviar la congestión y los síntomas de la enfermedad, convirtiéndose en un remedio fundamental en hogares de todo el mundo. Desde entonces, Vicks VapoRub ha sido parte de la medicina casera, no solo para la tos y la congestión, sino también para dolores musculares y otras aplicaciones tradicionales.

Más de un siglo después, el legado de Richardson sigue vigente. Lo que nació de la desesperación de un padre se convirtió en un símbolo del alivio y el cuidado familiar, demostrando que, a veces, el amor impulsa las creaciones más extraordinarias.

Fuente:    Quora Maria Del Pilar Torrelly Torrelly  /   POSDATA Digital Press / Fotografía Pinteres/  lanaciondominicana.com