Pascua – Pesaj (paso, cambio)
Cuarentena vs cuaresma.
Columnas - De mí hacia ustedes10/04/2020 María Cecilia MarsilliPOSDATA Digital Press | Argentina
Por María Cecilia Marsilli | Narradora Oral
|Escritora | Pta: Presidenta de la Asociación Civil
Compartiendo Miastenia Gravis
Pésaj (en hebreo פסח, ‘salto’) es una festividad judía que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, como el hito que marca la conciencia de los descendientes de Jacob, con su identidad entendida en términos de nación libre y provista de una Ley.
La festividad comienza en el día 14 del mes hebreo de Nisán, y dura siete días (ocho en la Diáspora), y durante la misma está prohibida la ingestión de alimentos derivados de cereales (avena, cebada, centeno, espelta y trigo) fermentados,
La "Pascua" (en español significa "paso" "salto”) es la celebración más importante de la Iglesia Cristiana, donde se conmemora la Resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado, según los evangelios canónicos. El término Pascua viene del idioma hebreo (pesáh) y del griego (pascha).
Esta celebración forma parte de la Semana Santa, que comienza con el “Domingo de Ramos” y donde en el "Viernes Santo" se celebra la crucifixión de Jesús, y en el "Domingo de Pascua" se celebra la Resurrección y su primera aparición a sus discípulos.
El "Domingo de Pascua" es una fiesta móvil, el día varía cada año y no se fija en relación al calendario civil, y sucede después de la primera luna llena en el inicio de la primavera en el hemisferio Norte.
Estas fechas tan significativas para las dos creencias más difundidas en el mundo no solo coinciden en el año calendario (Pascua Judía desde la primera estrella del miércoles ocho de Abril hasta el jueves 16) sino que ambas significan PASO o SALTO o CAMBIO: de la esclavitud a la libertad, del pecado o muerte a la vida de gracia.
Nos hemos preguntado si esta cuarentena (período de preparación para Semana Santa para los cristianos) no es también un cambio o paso o salto que debemos dar nosotros frente a nuestra vida personal, laboral y por sobre todas las cosas a nivel planetario?
Estamos todos descolocados frente a la presencia de un ser microscópico qué además de ocasionar una pandemia y llevarse miles de vida, nos recordó que aunque grandes, que aunque dueños del mundo, no tenemos la grandeza suficiente para soportar situaciones como esta.
Nos enfrentó a sistemas de salud totalmente debilitados y vulnerables, nos reveló el rostro de la solidaridad y también el de la soberbia (a mí, no me va a pasar), de hecho en Argentina hay miles de personas más (Gracias a Dios) detenidas que infectadas, aunque con cierta sospecha de que puede haber mas debajo de la alfombra.
Y cómo si todo esto fuera poco, este atrevido y microscópico ser nos puso frente al espejo, frente a nosotros mismos.
¿Qué hacemos todo el día en casa? ¿con qué disfrazamos el tedio o el rechazo que ahora se nos despierta hacia la persona que quedó acuartelada con nosotros? Tantas veces nos sentimos presionados, yendo y viniendo, con el deseo de tener tiempo para pintar, tejer, ordenar o para estar con esa persona amada, y ahora qué pasa? Perdimos las ganas? ¿Ya no la queremos tanto? ¿Cómo soportamos a los chicos? Nos sentimos culpables por no poder ayudarlos con la tarea pero ahora, ¿esta maestra que se cree? ¿Dónde nos escondemos para no estar 24 horas con nosotros mismos? Sin shopping, sin amigos, sin cines ni restaurantes.
La responsabilidad es nuestra y de nadie más en el aislamiento, la higiene, en el cuidarnos y cuidar al otro, en reencontrarnos para por fin dar ese salto, ese cambio.
Algo tan peligroso y expansivo, se combate con sencillez, conciencia y humildad: agua y jabón.
La sociedad lo necesita, la vida nos lo pide a gritos, la tierra y la naturaleza ya no saben como decirnos que estamos en peligro.
Un siglo atrás (1920) La “Gripe Española” fue una de las pandemias más letales de la historia de la humanidad ya que acabó con la vida de 50 millones de personas.
Luego siguieron SIDA, Vaca Loca, Cólera, Gripe Aviar, Influenza AH1N1.
Algún ecologista dijo después de estas grandes catástrofes que ocurren para recuperar el equilibrio ecológico del planeta.
Suena ofensivo, pero cuestionémonos si realmente estamos progresando para bien, asumamos nuestra cuota de “crueldad” y reconozcamos que con el hombre en cuarentena, aislado, encerrado, el ecosistema ha comenzado a recuperarse y vemos con asombro tortugas de la especie carey, en peligro de extinción bajar a las playas de Pernambuco, delfines jugando entre las islas de Venecia sobre el mar Adriático y los venados han poblado San Martín de los Andes.
Esta es nuestra oportunidad. No solo de vencer al corona virus sino de reencontrarnos, de salvarnos y de recuperarnos del egoísmo, la soberbia. No seamos exitistas, esto no termina con la eliminación del virus ni con el levantamiento de la cuarentena. Con estos dos hechos tan importantes nuestro compromiso ¡recién comienza!
¡La tierra nos necesita! Cuidate. Cuidame. Cuidá tu casa. Cuidá la vida.
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