El peligro de la dictadura científica

Foto:Academia científica

POSDATA Digital Press | Argentina

El Nuevo Orden Mundial ha roto su máscara. El COVID 19 se está utilizando para montar la mayor operación propagandística en la historia de la humanidad. Pequeñas quedan las campañas de difamación contra Cleopatra VII y María Magdalena. El miedo a la pandemia sirve como pretexto para crear una sociedad indeseable en sí misma, un mal lugar, una antiutopía, una dictadura absoluta bajo el control de una elite científica. El resto de la población “corre el peligro de quedar a merced de la tecnología y convertirse en máquinas controladas”, a decir de Martin Heidegger.

La dictadura científica se caracteriza por la deshumanización, un declive cataclísmico de la sociedad y la instauración de un estado tiránico como respuesta a un viejo orden en estado avanzado de colapso. Se incrementan progresivamente las restricciones. Se controla al mundo a través de una estricta compartimentalización, esto es, la gente sólo conoce lo que necesita para su contribución individual, sin saber lo que contribuye el resto para crear el fascismo global. Se aumentan los niveles psicopáticos de los gobiernos, utilizando como pretexto el COVID 19, la gripe prolongada o los rebrotes aún más mortíferos, con el fin de mantener a billones de personas bajo arresto domiciliario. Se prepara el espionaje de todos los individuos por medio del control riguroso del Estado profundo, ya sea con telepantallas, drones, microchips, robots espías o cámaras ocultas que transmiten hasta el más mínimo detalle de los hogares. El propósito es que las muchedumbres de ignorantes tengan un horario que cumplir para cada actividad, incluyendo mantener relaciones sexuales.

Martin Heidegger.(1889-1976)

Nuestro poder es la conciencia. Tenemos la oportunidad de romper la ilusión del Nuevo Orden Mundial y volver a conectarnos con el ser. Tenemos que liberar a la humanidad de todo lo que ha sucedido antes y tenemos que liberarla totalmente, absolutamente, categóricamente. Pero se ha llegado a un punto de no retorno, donde tendrán que elegir entre obedecer a sus opresores o dejar de arrodillarse.

 Fuente: Academia.university