Cómo manejan la angustia los adultos mayores

La angustia es, básicamente, una respuesta emocional que se produce cuando nos enfrentamos a un evento negativo.

Sociedad 02/08/2020 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales

bigstock-nurse-consoling-her-elderly-pa-298175911Foto:65Ymas.com

POSDATA Digital Press | Argentina

La angustia es, básicamente, una respuesta emocional que se produce cuando nos enfrentamos a un evento negativo. Esta, a diferencia de otras como la ansiedad o la depresión, no ha sido diagnosticada como un trastorno y, por tanto, la mayor parte de quienes la sufren lidian con ella por sus propios medios.

Los investigadores de la Universidad de Keele se han interesado por este fenómeno específicamente en las poblaciones más adultas. Gracias a su estudio cualitativo publicado recientemente en BMC Family Practice podemos comprender con más claridad cómo estas reaccionan ante la angustia.

Para poder obtener los resultados, los científicos realizaron encuestas y seguimiento en la población seleccionada de los grupos comunitarios en North Staffordshire, Inglaterra. Gracias a esto, pudieron determinar no solo qué factores eran disparadores de la angustia en los adultos mayores, sino que pudieron aprender más de los medios que suelen utilizar para afrontarla y de la participación del sector de la salud en este proceso.

Eventos que pueden desencadenar la angustia

La investigación reveló que, en general, los adultos mayores se vieron principalmente afectados por eventos que involucraban una pérdida. Por esto, el fallecimiento de seres queridos o amigos podría ser un factor desencadenante común.

Asimismo, la pérdida de movilidad debido a la edad o a enfermedades subyacentes también fue una de las principales causas de desequilibrio emocional en los mayores. Con esta información, ya es posible determinar qué partes de la población podrían estar en mayor riesgo de sufrir de angustia constante, lo que se traduce en la posibilidad de brindar apoyo más temprano y específico a estos sectores.

Eventos que pueden desencadenar la angustia

La investigación reveló que, en general, los adultos mayores se vieron principalmente afectados por eventos que involucraban una pérdida. Por esto, el fallecimiento de seres queridos o amigos podría ser un factor desencadenante común.

Asimismo, la pérdida de movilidad debido a la edad o a enfermedades subyacentes también fue una de las principales causas de desequilibrio emocional en los mayores. Con esta información, ya es posible determinar qué partes de la población podrían estar en mayor riesgo de sufrir de angustia constante, lo que se traduce en la posibilidad de brindar apoyo más temprano y específico a estos sectores.

Los adultos mayores son proactivos al buscar su bienestar emocional

Otro de los descubrimientos que se hicieron en la investigación tuvo que ver con la proactividad de los adultos mayores. Estos, al identificar en sí mismos los sentimientos de angustia, no se quedaron de brazos cruzados.

La gran mayoría de estos reportaron tener el deseo de mejorar su estado anímico y estar dispuestos a tomar medidas para lograrlo. Como una confirmación de esto, se vio claramente la tendencia de estos a involucrarse en actividades autorreguladas que les permitieran hacer frente a la angustia. Entre ellas, las que más comúnmente se presentaron fueron la realización de actividades independientes que le permitieran conseguir soporte social proveniente de entes como grupos de apoyo o la iglesia.

¿Y la asistencia médica?

Por otro algo, de toda la muestra evaluada, solo 5 individuos reportaron haber buscado asistencia médica con la que lidiar con la angustia. A diferencia de otros estados emocionales, como este no se considera de suma gravedad o un trastorno, son pocas las alternativas de tratamiento que existen.

De hecho, estos 5 individuos también reportaron no sentirse conformes con las opciones ofrecidas por el profesional médico (medicamentos o terapias de conversación). Por lo que, los que lo intentaron consideraron que su búsqueda de apoyo fue infructuosa. Mientras que, los que no lo hicieron, justificaron su decisión al opinar que, justamente, hacerlo no sería de utilidad.

Hay cambios que deben hacerse

Estas son señales claras de que la forma de llevar la angustia en los adultos mayores no se encuentra en su mejor momento. Los investigadores sugieren que los sistemas médicos de apoyo primario deben hacer revisiones de sus opciones de tratamiento para incluir nuevas alternativas y hacer mejoras a las que ya existen.

Asimismo, opinan que podrían aplicar nuevas técnicas como facilitar información del manejo de la ansiedad y hacer que esta llegue a los adultos mayores o a sus centros de reunión usuales (como los mencionados grupos de apoyo o la iglesia). Las investigaciones que se han hecho en esta área son pocas y es momento de hacer que eso cambie si se quiere que los sistemas de salud tengan un rol más protagónico en la asistencia a las personas mayores y a sus problemas de angustia.

Fuente:tekcrispy

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