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¿Por qué son una extensión de lo que soñamos ser?
Informe24/05/2021CVA Producciones IntegralesPOSDATA Digital Press | Argentina
Basándonos en la teoría del ego, los videojuegos son un mundo virtual donde asumes otro yo sin limitación alguna. Allí cumples tus sueños y puedes ser quien realmente deseas ser sin limitación alguna, pues hay ausencia de parámetros morales o físicos que te impidan ejecutar cualquier acción que desees, sea buena o mala. Y si dudan de esta afirmación, pregúntenle a cualquier jugador aficionado a los juegos de roles cómo los hace sentir cuando empuñan un fusil o cuando tienen que tomar una decisión y las consecuencias que esta conlleva.
En este artículo intentaremos de escudriñar por qué los jugadores sienten atracción por ciertos videojuegos cuya representación de sus personajes les permite ejecutar acciones que serían impensables en la vida real, produciendo una altísima satisfacción. Aquí es donde entra la teoría del ego, ampliamente conocida en psicología, pero que hoy aplicaremos a los videojuegos
Hay muchos conceptos de ego y trataremos de simplificar la idea diciendo que la estructura de nuestro ego viene por las creencias que de nosotros mismos tenemos en tres aspectos importantísimos en nuestra vida como son nuestra personalidad, talentos y habilidades.
Decía el psicoanalista Sigmund Freud en su teoría, que la personalidad humana es compleja y que tenía más de un componente que eran el ello, el yo y el super yo y los tres trabajan juntos para crear nuestro comportamiento humano. Estos tres elementos trabajan en conjunto a lo largo de nuestra vida y que algunos se superponen sobre otros, los más primarios principalmente. Sin embargo, otros aspectos de nuestra personalidad más adaptada a la realidad, contrarresta esos impulsos primarios.
Ustedes se preguntarán: ajá, pero ¿qué tiene que ver esto con videojuegos? nosotros respondemos que mucho y es aquí donde empieza la concatenación. Sigan el hilo de la idea e imaginemos que tienen una personalidad apocada, tímida, de esas que pegan un brinco si les maúlla un gato en la ventana, pero internamente desean ser más firmes y tener el valor de abrir esa ventana y enfrentarse ya no digamos al gato sino al mundo.
O por el contrario, oyen que pasa un avión y recuerdan con nostalgia que siempre desearon pilotar uno de esos aparatos, pero solo quedó allí, un deseo escondido en una de las oscuras cavernas de su intrincado corazón. Pero resulta que llegaron los videojuegos y no eran solamente para jugar, sino que abrían un abanico de posibilidades donde solo el cielo era el limite y aquí comienza el artículo: tu ego o como cumplir tus sueños en un mundo virtual o si te suena mejor: cómo vivir esa vida que en el fondo deseaste con tu conciencia como único norte.
La autoestima en un mundo alterno
Sin duda que la idea de asumir una personalidad en un mundo alterno desde la comodidad de tu casa es algo que resulta sumamente atractivo y si en ese mundo ejecutas diversas acciones o tomas decisiones a tu libre albedrío y sin preocuparte de las consecuencias, puedes estar seguro que la experiencia será gratificante y por supuesto, te hará sentir la mar de bien al comprobar que eres capaz de asumir retos y cumplirlos.
Si en ese mundo alterno también se te permite tener una vida social exitosa sentirás que eres capaz de desenvolverte y probablemente pensarás que si no lo has hecho en la vida real es simplemente porque no has tenido la oportunidad. Pero eso no importa, no estamos aquí para analizar de lo que eres capaz o no de hacer fuera de ese mundo alterno (léase: los videojuegos) donde te sumerges, sino de explicar lo que sientes cuando asumes el rol de alguien que no eres en la vida real.
El ego y nuestros juegos favoritos
Millones de personas en todo el mundo y de todas las edades juegan videojuegos, como estos ancianos aficionados al mundo virtual. Más allá de las consecuencias que pudieran tener una afición excesiva el detalle importante está en que los videojuegos hacen más que satisfacer la superación de una misión difícil.
Los videojuegos ofrecen intrínsecamente un abanico de posibilidades al momento de asumir roles dentro del mismo, con posibilidades de explorar diversas carreras, mundos e incluso profesiones, sean al margen de la ley como un gánster de GTA o no, es algo que no solamente estimula sus fantasías, sino que es un escape de la realidad que les impide satisfacer estos deseos.
Es innegable que los videojuegos tienen un atractivo profundo, muy especialmente los juegos de roles, donde las posibilidades no solo de ejecutar acciones sino de asumir personalidades impensables en nuestro mundo real, hacen que coloquemos estos mundos virtuales en lugares equivalentes a altares mentales donde solo faltaría prenderles velas y ponerles flores y esto no seria por capricho, sino que el mundo de los videojuegos le hace alcanzar tanta satisfacción como si de una vida paralela se tratara.
Hablemos por ejemplo del videojuego de simulación social Los Sims, donde tienen una absoluta libertad para actuar como deseas aunque las consecuencias de un mal obrar se te muestran en el mismo juego, caso que no ocurre en los roles de francotirador por ejemplo, donde si fallas no pasa nada, pero si tomas una mala decisión en una exploración perderías un gran puntaje y alteraría el resultado del juego.
Otro caso lo tenemos en Animal Crossing, otro videojuego que te permite hacer volar tu imaginación y satisfacer tus deseos al poblar una isla con aquellas cosas que en tu fuero interno realmente desearías tener en esa isla y no hablemos de los simuladores de trabajos como Car Mechanic, House Flipper o Construction Simulation. Y si la política es lo que te atrae y deseas probar tus dotes como presidente de una nación allí tienes el videojuego Democracy para que vayas practicando y quizás decidas lanzarte en algunas elecciones.
Capacidad de inmersión
Son varias las capacidades de inmersión que tiene el ser humano donde explorar para dejar salir ese otro yo que mora en su fuero interno, pero los más aceptados son el cine y los videojuegos, pero aún estos ofrecen diferencias muy marcadas en lo que se refieren a experiencias que varían según la actitud del espectador y/o jugador.
Los que se sumergen en el cine o la televisión sabrán que estas nunca les permitirá sumergirse a tantas profundidades como los videojuegos, pues las diferencias saltan a la vista. Mientras que en una televisión tienes una actitud pasiva conformándote en ver cómo actúa el personaje, estés o no de acuerdo, en un videojuego de rol por el contrario, tienes el control sobre el personaje y sus acciones aunque estas sean ficticias. Súmale a ello la interacción con terceros, donde darás rienda suelta a tu verdadera personalidad bien sea para enfrentarlos o aliarte con ellos.
Y es que la teoría de la personalidad del ego afirma que este nivel de la psique humana es la que asume el control cuando el jugador se encuentra en estos mundos virtuales sin restricciones de ningún genero que puedan poner un freno sus apetencias o su accionar, sean estas buenas o malas, pues allí no hay códigos morales que rijan sino el supremo y único interés del jugador.
Allí fabricas un otro “yo” a partir de tus propias experiencias y creencias donde los deseos conscientes o inconscientes son los que se manifiestan y tal y como asegura la teoría del ego, influyen también las estructuras culturales y sociales incorporadas a las mentes de los jugadores y todo esto en conjunto, es lo que hará que determinados videojuegos sean tus favoritos, pues influirán en un notable aumento de su autoestima.
Explorando nuestras capacidades
Internamente son muchas las capacidades que poseen los seres humanos y los videojuegos te dan oportunidad de demostrarlas porque hay un factor muy importante y es que si fallas no haces daño a nadie ni tampoco corre peligro tu vida. Si sientes que por ejemplo, ya dominas el manejo de un camión o sabes pilotear un avión en los simuladores, te hará sentir muy satisfecho y jugará a tu favor en tu estado anímico, porque sientes que esos talentos y habilidades puedes hacerlos realidad en ese mundo virtual y todo eso es lo que forma la estructura de tu ego el cual trasladas a los videojuegos, convirtiéndose en una parte activa y dinámica de tu personalidad.
Visto todo lo anterior ya sabes por qué te gusta tanto un determinado rol o profesión en los videojuegos, pero eso no significa que si te gusta ser un gánster en GTA, signifique que deseas serlo en la vida real, pues los videojuegos están allí para divertirnos, darnos momentos de relax y por supuesto que si alguien te fastidia en la vida real deberás denunciarlo por acoso, pero si te lo encuentras en un videojuego dispárale sin preocuparte de que puedas ser detenido por las autoridades. En el juego, por supuesto.
Fuente:playerone
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