7 cartas de amor que trascendieron la historia

Informe 27/08/2021 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales
Crédito:sanvalentindia

POSDATA Digital Press | Argentina

Para muchos las cartas parecen ser parte del pasado. Algo que fue reemplazado gracias a la tecnología, sin embargo, muchos aún añoran recibir un pedazo de papel escrito a mano, lleno del romanticismo de otra época.

Grandes romances de la historia quedaron registrados gracias a las cartas, donde los amantes expresaban sus sentimientos y deseos más ocultos por el otro.

Estos poemas y palabra de amor fueron la inspiración de miles de personas, quienes encontraron en esas románticas frases de esperanza el lugar de inicio perfecto para su propias obras.

Johnny Cash a June Carter

En febrero de este año, compañía de seguros británica Beagle Street realizó una encuesta para elegir la carta más romántica de la historia, triunfo que recayó en el cantante norteamericano Johnny Cash, quien con sencillas y maduras palabras, declaró su amor eterno a su querida June Carter.

“ Junio 23, 1994
Odense, Dinamarca.

Feliz cumpleaños Princesa,

Nos hacemos viejos y nos acostumbramos el uno al otro. Pensamos parecido. Nos leemos la mente. Sabemos qué quiere el otro sin preguntarlo. A veces, nos irritamos un poco el uno al otro. Tal vez, a veces nos damos por sentado. Pero hay ocasiones, de vez en cuando, como hoy que lo medito, me doy cuenta de la suerte que tengo por compartir mi vida con la mujer más extraordinaria que he conocido.

Todavía me fascinas y me inspiras. Me influyes para mejorar. Eres lo que deseo, la razón número uno en la tierra para mi existencia. Te amo tanto.

Feliz cumpleaños, princesa,
John”

Winston Churchill a Clementine Hozier

Es difícil imaginar a Winston Churchill como un hombre romántico, pero su amada Clementine sacó el lado más tierno del primer ministro británico. La pareja se conoció en 1904 y se reencontró cuatro años después, donde se enamoraron perdidamente. Tras algunos meses, donde las cartas de amor no fueron pocas, se casaron en la Iglesia de Santa Margarita, Westminster, y mantuvieron sus votos por 56 años, hasta que Churchill falleció en 1965. De su romance nacieron cinco hijos.

“Clementine:

En tu carta desde Madras escribiste algunas palabras muy preciadas por mí, sobre cuánto enriquecía tu vida. No puedo expresarte qué placer me dio esto, porque me siento siempre de forma aplastante como tu deudor, si es que puede haber cuentas en el amor…. Lo que ha sido para mí vivir todos estos años en tu corazón y compañerismo ninguna frase puede transmitirlo. El tiempo pasa velozmente pero, ¿no da felicidad ver cuán grande y creciente es el tesoro que hemos recolectado juntos, en medio de las tormentas y las tensiones de tan agitados, trágicos y terribles años?.

Tu amante esposo”

Frida Khalo a Diego Rivera

La pintora y poetisa conoció al muralista mexicano gracias a la fotógrafa italiana Tina Modotti, desde entonces comenzaron a toparse en reuniones sociales. Tras varios meses, Frida decidió mostrar parte de su trabajo a Diego, quien quedó impresionado con el talento de la mujer. En 1929 contrajeron matrimonio, sin embargo, su relación fue bastante peculiar, marcada por un vínculo creativo que los unió siempre e infidelidades de ambas partes -Rivera incluso mantuvo una relación con la hermana de Khalo, mientras ella se involucró con León Trotski-.

Se separaron en 1939, aunque volvieron a casarse algunos meses después.

Diego:

Mi amor, hoy me acordé de ti y aunque no lo mereces tengo que reconocer que te amo. ¿Cómo olvidar aquel día cuando te pregunté sobre mis cuadros por vez primera? Yo chiquilla tonta, tú gran señor con mirada lujuriosa, me diste la respuesta aquella para mi satisfacción, por verme feliz; sin conocerme siquiera me animaste a seguir adelante. Mi Diego del alma, recuerda que siempre te amaré aunque no estés a mi lado. Yo en mi soledad te digo: amar no es pecado ante Dios. Si quieres regresa, que siempre te estaré esperando. Tu ausencia me mata, haces de tu recuerdo una virtud. Eres el Dios inexistente cada que tu imagen se me revela. Le pregunto a mi corazón porqué tú, y no algún otro.

Suyo del alma mía.

Frida Kahlo

Eva Perón a Juan Domingo Perón

Estos enamorados se conoció en 1944 gracias a un evento para reunir fondos para las víctimas del terremoto de San Juan. En poco tiempo Eva, una actriz de 24 años, comenzó una relación con el entonces secretario de estado de Argentina. En octubre del año siguiente se casaron y convirtieron en una de las parejas más relevantes de la historia. El rol de Evita en el gobierno de Perón, sigue siendo analizado hasta el día, mientras que su historia de amor fue plasmada en varios libros, películas e incluso un musical.

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Juan Domingo Perón, mi adorable tesoro:

Sólo cuando estamos apartados de quienes amamos, sabemos cuánto les amamos. Desde que te dejé ahí, con el mayor dolor que se pueda imaginar, no he podido sosegar mi desdichado corazón. Ahora sé cuánto te amo y que no puedo vivir sin ti. Esta inmensa soledad está llena de tu presencia. Escribí hoy a Farrell pidiéndole acelerara mi excedencia y, tan pronto salga de aquí, nos casaremos y nos iremos a vivir en paz a cualquier sitio…
Bueno mi vida, me gustaría seguir escribiendo todo el día pero Mazza te contará más de lo que yo te pueda decir. La lancha llegará dentro de media hora. Mis últimas palabras en esta carta serán para pedirte calma.

Muchos, muchísimos besos a mi queridísima chinita.

Eva Perón

Napoleón a Josefina

La historia de amor de Napoleón y Josefina quedó registrada en una serie de cartas donde se puede notar la intensidad del romance y los celos enfermizos de él. En estas misivas se deja entrever el alto nivel de compromiso del militar por sobre el de ella, además también se pueden encontrar regaños contra la mujer, por no escribirle tan frecuentemente como él lo hacía. “Adiós, mujer, tormento, felicidad, (…) a la que amo, a la que temo”, escribió 1796.

Bonaparte fue el segundo matrimonio de Josefina, cuyo nombre real era Rose, sin embargo, cuando él se convirtió en emperador, la relación cambió y ella comenzó a tener un comportamiento más sumiso y tranquilo, mientras que él empieza a tratarla muy mal. Se divorcian en 1810, luego de descubrirse que ella no podía tener hijos con Napoleón.

Josefina:

Me despierto lleno de ti. Tu retrato y el recuerdo de la embriagadora velada de anoche no han permitido que mis sentidos descansen.

¡Dulce e incomparable Josefina, qué extraño efecto causáis en mi corazón! ¿Os enfadáis? ¿Os veo triste? ¿Estáis preocupada? Mi alma se rompe de dolor, y vuestro amigo no encuentra reposo… Pero ¿lo encuentro acaso cuando, entregándome al sentimiento profundo que me domina, extraigo de vuestros labios, de vuestro corazón, una llama que me quema?

¡Ah! ¡Cómo me di cuenta esta noche de que vuestro retrato no sois vos!

Te vas al mediodía, te veré dentro de tres horas.

Entretanto, mi dulce amor, recibe mil besos, pero no me des ninguno, pues queman mi sangre.

B. P.

Suleimán a Hurrem


Hurrem era un esclava que llegó al palacio del sultan otomano Suleimán, El Magnifico. En el lugar enamoró al líder y se convirtió en su concubina favorita, le dio cinco hijos y lo convenció de contraer matrimonio con ella, a pesar que en la historia ningún monarca se había casado con una esclava.

Poco a poco, Hurrem comenzó a tener mayor poder en el harem de Suleimán y conspirar contra quienes se opusieran a sus planes de llevar a uno de sus hijos al trono, por sobre el primogénito de Suleimán -quien de asumir asesinaría a sus hermanos como era la costumbre-. La mujer se convirtió en el mayor apoyo del Sultán, quien le consultaba su opinión en la mayoría de las materias de su gobierno.

” Trono de mi mihrab solitario, mi bien, mi amor, mi luna.

Mi amiga más sincera, mi confidente, mi propia existencia, mi sultana, mi único amor.
La más bella de las bellas…
Mi primavera, mi amada de cara alegre, mi luz del día, mi corazón, mi hoja risueña…
Mi flor, mi dulce, mi rosa, la única que no me turba en este mundo…
Mi Estambul, mi Caraman, la tierra de mi Anatolia
Mi Badakhshan, mi Bagdad y mi Khorasan
Mi mujer de hermosos cabellos, mi amada de ceja curvada, mi amada de ojos peligrosos…
Cantaré tus virtudes siempre

Yo, el amante de corazón atormentado, Muhibbi con los ojos desbordados de lágrimas, yo soy feliz .

Beethoven a su “amada inmortal”


Tras la muerte de Beethoven en 1827, se encontró en el Testamento de Heiligenstadt, una carta dirigida a su amada inmortal. Aunque no se entrega el nombre de esta mujer, se piensa que es Antonie Brentano, esposa de uno de sus amigos.

La carta que cuenta con cuatro hojas, escrita lado a lado, está fechada el lunes de 6 de julio, pero no especifica de qué año. Las especulaciones sobre la identidad de su amada continúa hasta el día de hoy.

(…) Tu amor me ha hecho el más feliz y el más infeliz de los mortales. A mi edad necesito estabilidad y regularidad en mi vida, puede esto coexistir con nuestra relación? Ángel, acabo de oír que va el correo cada día, y por lo tanto debo cerrar ésta, de modo que puedas recibirla la inmediatamente. Mantente tranquila; solamente al considerar tranquilamente nuestras vidas podremos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos. Mantente tranquila, ámame, hoy, ayer. Qué nostalgia llena de lágrimas por tí, por tí, por tí, mi vida, mi todo. Todos los buenos deseos a ti. Oh, continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado. Siempre tuyo Siempre mía Siempre de ambos.

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