¿Por qué nos encanta decir “me gusta”? Esto cree la ciencia

Sociedad 30/05/2022 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales

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POSDATA Digital Press  | Argentina

En la década de los 2000, decir “me gusta” no era más que una forma natural del discurso. Básicamente una muletilla amistosa para indicarle a la otra persona que estábamos disfrutando de la conversación.

Sin embargo, actualmente la misma expresión, o su traducción al inglés “like”, se consideran erróneamente infantiles y desagradables. Muchos creen que estas palabras son tanto sexistas como un relleno que no agrega nada al significado de la oración. Pero los lingüistas aseguran que decir “me gusta” es bastante ingenioso.

El mecanismo lingüístico detrás del “me gusta”

Un estudio publicado en el Journal of Language and Social Psychology sugiere que las personas que dicen “me gusta” en realidad son más inteligentes que las que no lo hacen. Esto debido a que la expresión es increíblemente versátil y dinámica.

Por un lado, están sus usos tradicionales como verbo, para indicar agrado o desprecio por algo: “me gusta esa película” o “esa comida no me gusta”. Esta sería la única utilidad formal de la expresión. Pero si pensamos en ella como un marcador, podemos encontrar muchas más razones para decir “me gusta”.

Por ejemplo, la expresión nos ayuda a contar una anécdota de manera que la otra persona entienda cómo nos sentimos al respecto. Después de todo, no es lo mismo decir “Me cocinó un plato de espagueti anoche” que  “Me cocinó un plato de espagueti anoche y me gustó”. Existe un sentimiento implícito ahí que permite contar una historia de forma interesante, sin prometer una precisión completa de lo que ocurrió.

Asimismo, decir “me gusta” en un discurso puede servir como una forma de señalización, para que el oyente entienda que esta es la parte importante de la conversación. La parte que crea una conexión emocional e interpersonal con el otro.

Los psicólogos de este estudio analizaron más de 263 transcripciones para dar con estos significados implícitos en la palabra “me gusta”. Fue así que descubrieron que, lejos de la creencia popular, la mayoría de personas que decían  conscientemente “me gusta” al hablar eran reflexivas y conscientes de su entorno. No jóvenes que solo seguían la moda del “me gusta” de Facebook. 

Pero más allá de su flexibilidad, que tampoco es nada nuevo para los lingüistas, es innegable que el paso del tiempo también la ha convertido en una frase de uso general alrededor del mundo. 

¿De dónde viene nuestro “me gusta”?

Al parecer en la Noche de Reyes de Shakespeare, uno de sus personaje utilizo este verbo por primera vez de forma abreviada, dejando solo el “like” del final. 

“‘If the Duke continue these favours towards you, Cesario, you are like to be much advanced’. Cita de Valentín a Cesario, que traducida sería algo así como:

‘Si el duque continúa con estos favores hacia ti, Cesario, es como si estuvieras muy adelantado’”. Carmen Fought, lingüista en el Pitzer College

Está abreviatura era tan agradable de oír y fácil de decir que rápidamente pasó a estar en todos los medios estadounidenses.

Los poetas de la década de 1950 decían a menudo “me gusta” en sus escritos. Canciones como “Valley Girl” de Frank Zappa, improvisaban historias usando al inicio “like”. Al final, el impacto fue tal que las mujeres jóvenes en la década de 1980 decidieron utilizar la expresión en sus campañas de feminismo. Lo que convirtió al like o me gusta en una palabra común en todo el mundo.

Aunque es cierto que el mayor impacto global de esta expresión llegó con más redes sociales y sus botones para dar “me gusta”. Pero no por eso, debería ser considerada infantil o inútil en una oración, ya que el “like” es vital actualmente para comunicarnos más allá de las redes.

El “like” hoy es más que dar un me gusta

Los anglosajones pueden expresar infinidad de cosas con la palabra “like” que no podrían hacer con ninguna otra frase. Por ejemplo, citar a alguien durante una conversación, con frases como “He was like, seething about the pasta sauce”. O expresarse de forma casual con alguien, agregándola al final de la oración. 

Esa sola palabra está haciendo todos esos trabajos, al mismo tiempo que crea una sensación de familiaridad. Por tanto, es algo que todos deberíamos usar en este mundo globalizado, en donde el inglés es el idioma universal para comunicarnos desde cualquier parte del planeta.

En este sentido, no debería sorprendernos que tanta gente diga “me gusta”. Por el contrario, si no estamos acostumbrados a ello, deberíamos intentar usar esta expresión más seguido en nuestras conversaciones con otros. Quizás así tacharnos como más inteligentes o hábiles con el lenguaje. 

Fuente:tekcrispy

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