POSDATA Digital Press| Argentina
Por Mirta Pavón | Escritora | Docente | Técnica en Minoridad y familia
"Quetzal", pájaro exótico, en extinción, originario de Guatemala, con cola verde muy larga, fácil de atrapar.Considerado ave sagrada, símbolo de libertad.
Mi nombre es Quetzal, nací en Guatemala, hace un año sufrí un aborto espontáneo. Luego me separé de Ricardo .
Viajé a Argentina en el 2014.
Participé en el Encuentro Nacional de mujeres y desde ese momento no dejo de tomar conciencia de la integridad que me conforma.
Me involucro en todos las actividades, movilizaciones reivindicando nuestros derechos.
Cada momento se siente, se vive con magia, con entrega, pasión.
Así rememoro una vivencia muy especial.
Es 8 de Marzo, muchas banderas con muchos colores, predominan las verdes y violetas."Cántico paren de matarnos".
Muchas compás. Siempre nos encontramos en la marea verde.
Muchas supimos y entendimos que el cuerpo es nuestro, que nosotros decidimos sobre él.
Nos saludamos efusivamente.
De nuevo te vi, después de tanto. Te recuerdo en el encuentro de La Plata, vos coordinabas "Mujeres e identidad", volvimos en tren, charlamos todo, de la ESI, de tus hijos, de sexismo, de nuestra singularidad, de esas mujeres abusadas, tus rastas tan hippie, ese vestido de chica rebelde, morí de amor.
Yo de la Cámpora, vos del Nuevo Encuentro, en esta marcha agitamos la misma bandera, hay un solo grito:¡ninguna muerta más!
Tu tatuaje en piel bronceada con esa frase:"El amor vence al odio". Te acercaste
te gusto mí remera que decía:"Abrázame hasta que nos volvamos a encontrar".
Compartimos mate, sonrisas, tus ojos brillaron. De pronto se acercaron compás del MÁS, un flaco cautivó tu atención. Todo iba sobre rieles pero él estaba allí, te noté preocupada. No aguante más y pregunte a la Tana— :¿Qué onda el flaco?
— Después te cuento— me dijo.
Tu atención por él, me puso celosa. Miles de pensamientos invadieron mi mente.
Ese momento opacó mi entusiasmo.
Percibí que mi cara manifestaba descontento y desagrado.
Entonces te acercaste, diciendo que cuando termine la movilización tenías que encontrar al pelilargo y hacer un reportaje, si podía acompañarte, acepté.
Lo esperamos 30 minutos. En el bar de Rivadavia. Cuando terminó la nota me di cuenta de tu compromiso con la causa Renata.
El venía por el caso de Micaela, era su hermano, la búsqueda incesante. El dolor de la familia. La organización qué les brindó apoyo. La impunidad de la justicia.
Caminamos hasta el 37, el flaco fue en subte.
Nos sentamos juntos, tomaste mi mano fuerte, pusiste tu brazo en mis hombros, acercaste tu nariz a mi cuello, un suspiró fuerte.
Un beso interminable.
¡Me estremecí!
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