Así era el Cabildo original en todo su esplendor

Cultura - Sucesos históricos28/02/2024CVA  Producciones IntegralesCVA Producciones Integrales
  

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POSDATA Digital Press| Argentina

He aquí una imagen de alta calidad tomada en la Ciudad de Buenos, registrada por Benito Panunzi, en 1867, de un ángulo de la Plaza de la Victoria en la cual se aprecia el Cabildo, entero, en su esplendor, con su estilo español, todo original ya con sus últimas mejoras incorporadas y no me digan que no tiene un toque arquitectónico encantador. La toma fue hecha desde la terraza del antiguo teatro Colón, solar ocupado hoy por el edificio de La sede Central del Banco de la Nacion Argentina, se puede ver una esquina de la nisma en la parte inferior de la foto. Por ello, unido a los acontecimientos que atesoró en sus paredes que le dieron el espíritu de libertad, es que debió haberse conservado intacto para las generaciones siguientes y digo todavía más, conservado con el reloj funcionando y dando la hora oficial como lo hacía en esa época. (*)

cabildo
Cabildo actual. 

La imagen de una calidad formidable es una albúmina sobre cartón de 21 x 32 cm. Pertenece a la Colección Carlos Sánchez Idiart. En la misma apreciamos primero la Pirámide de Mayo con sus cuatro esculturas y su cerco de protección. Las dos torres de la Iglesia San Ignacio que correspondían al Colegio Nacional de Buenos Aires y detrás del cabildo el magnífico y sobrio edificio del Club del Progreso, se trata de la segunda sede, luego se mudaría a una tercera en Avda. de Mayo. A la derecha se ve la Recova Nueva que con sus arquerías agrega ritmo a la esquina colonial.


En cambio, hoy el cabildo es una mezquina y pésima copia que infunde más pena histórica que respeto patriótico, posiblemente esté entre los edificios más vandalizados del pueblo argentino, igual lo queremos.
(*) Esto de que el reloj funcionaba lo sabemos gracias a Miguel Cané, quien en esa época estudiaba en calidad de alumno pupilo en el Colegio Nacional de Buenos Aires. En su libro Juvenilia nos cuenta en su primer capítulo nomás, que durante los 5 años que permaneció, una de sus peores torturas era el levantarse a las 05:00 horas de la mañana. Intentaron todo y cito sus textuales palabras:
“… Atrasar el reloj de la iglesia era inútil, por dos razones tristemente conocidas: la primera, la proximidad del Cabildo, que escapaba a nuestra influencia, la segunda, el “tachómetro” de plata del portero que, bien remontado, velaba fielmente bajo su almohada”.
Hoy, ese reloj fue desmontado y colocado en una de las torres de la Iglesia San Ignacio.


Fuente de la foto: Buenos Aires Ciudad y Campaña. Fundación Antorchas.

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