“No estén tristes”

Posdata Digital | Argentina

Por Sonia Iris Menéndez | Counselor. Comunicadora. Escritora. Posgrado en Desarrollo y Despliegue Personal/Grupal

 El pasado martes 20 de junio 2017, una señora, una ciudadana “común”, se subió a un escenario a dar un discurso (con dinero que muchos sabemos nos fue robado) Las pantallas de televisión estaban transmitiendo en directo (casi en su totalidad, este evento; parece que sin parecer, comprados con dinero que se nos robó). Muchas personas que fueron a escucharla (no importa con qué medios llegaron o sí, lo dejo a tu criterio) mientras otras muchas, estaban ante los Tribunales de Justicia pidiendo, clamando, exigiendo precisamente: Justicia. En las pantallas esta última situación, se podía ver a la derecha, abajo, en ventanita chiquita; ese era el lugar que tenía el doloroso reclamo a la evolución de la justicia en involución.

La señora en un momento dijo: Pero no estén tristes, no estén tristes.

Dijo muchas cosas, pero consideremos de gran importancia atender al enfermo pedido de invalidar un sentimiento, a la casi “conmovedora”  exigencia de anular la posibilidad de sentir tristeza.

• Si todo lo que hace el gobierno actual, está mal
• Si nuestros mayores están desprotegidos
• Si las medidas económicas que se vienen tomando son para empeorar la situación y liquidarnos (matarnos de hambre)
• Si la violencia, inseguridad y narcotráfico se potenciaron
• Si todas las pruebas y denuncias presentadas son falsas
• Si quienes murieron antes, durante su gobierno, no son importantes como los que mueren ahora
• Si es alarmante cómo ha crecido la pobreza (y en su gobierno los pobres vivían en Alemania)
• Si el egoísmo se ha adueñado del gobierno elegido democráticamente y solo está enfocado en los ricos
• Si somos, quienes los votamos, tan idiotas/neoliberales/oligarcas y macrigatos
• Si…

Sinceramente, es imposible siquiera decir como susurro: No estén tristes, por favor no estén tristes

Si todo lo expresado por la ciudadana “común” fuera verdad, esta señora es el mejor ejemplo de la congruencia hecha incongruencia porque lo menos que podríamos sentir, es tristeza.

Los argentinos estamos dando los primeros pasitos hacia una Luz que vemos lejana, muy lejana, pero estamos convencidos de seguir caminando hacia ella (quizás sea el sol de nuestra amada bandera argentina, celeste y blanca, la de nuestra república, la que nos une en esencia).

Estamos y seguiremos buscando la manera de volver, sí, de volver a Ser Mejores, porque lo fuimos, porque tenemos todo para lograrlo, porque nuestros corazones nos guían en el proceso de cambio.