El mejor ser humano, el más sano

En nuestro niño interno habita un mundo de motivos que motivan y un universo repleto de pasitos dados al mundo y en el mundo.

Opinión24/08/2018 Sonia Iris Menéndez
IMG_20180822_014106
Fotografía de la escritora, Sonia Iris Menéndez siendo niñaFoto:Sonia Iris Menéndez
  

 Posdata Digital| Argentina

Por Sonia Iris Menéndez | Counselor |Consultora en comunicación |Posgrado en despliegue y desarrollo personal |Escritora 
   

Ha llegado puro, inocente, vulnerable, genuino y cristalino.Ha llegado indefenso (*), guiado por su pulsar y escuchándose sin filtros. Siguiendo su voz de: tengo hambre, me hice caca, tengo gases, me duele la pancita, me duelen los oídos, tengo sed, etc, = Siendo su experiencia.

(*)Indefenso: requiere cuidado, muchísima atención, tiempo, entrega, todo eso que no podemos darnos al "llegar" ( literalmente no podemos). Somos dependientes en este sentido, dependemos de recibir. Importantísimo aquí, saber que somos puro Amor y que es imprescindible Amor nos brinden.

Luego vamos aprendiendo a gatear, caminar, hablar, correr, jugar, etc. Comenzamos a interactuar en el entorno, nos comunicamos.
Crecemos y es la misma vida (el cotidiano vivir) y sus circunstancias, que hacen de ese niño un adolescente, un adulto...Estas vivencias nos tiñen, destiñen, impregnan de creencias, constructos y vamos sumándonos al mundo de las caretas, marionetas, escudos de defensa y tanto más...

Este proceso no existe para ser juzgado de "bueno o malo", sino validado y aceptado para aprender, también, a ser más selectivos, sanamente selectivos: qué nos hace bien? Quiénes nos hacen bien? Para hacer el Bien y ser de Bien.

Ese niño interior aprendió a jugar, reír, bailar, cantar, llorar, sufrir...
Aprendió a sentir inmensidad de emociones y sentimientos (las vivió!). Esto es su sagrado valor; su regalo para nosotros. Esa es su sabiduría (y está en nuestro interior).
En nuestro niño interno habita un mundo de motivos que motivan y un universo repleto de pasitos dados al mundo y en el mundo.

Creo que nuestro niño interno es la voz más honesta con la que podemos dialogar, sanar, crecer y creSer. Es esa voz que sabe dónde buscar la alegría, la esperanza, la mirada hacia adelante y continuar la vida.

Cuando nuestro estado de ánimo se presente como un monstruo que pretende devorarnos, destruirnos, busquémoslo (está ahí, eres tú mismo en tu interior, el de los comienzos). Entremos sin miedo a esa sabiduría que nos pertenece. No subestimemos a esa voz. Recordemos (pasemos por su corazón).
Y, si osan decirte que estás loco por confiar en tu ser humano más sano, puro, cristalino, ríete como un niño loco, abrázate como un niño loco y baila como un niño loco.

Deseo siempre recordemos es amor y su mano está abierta, extendida, esperándonos.

Mí niña:
Te Honro.
Gracias por todas las veces que me has salvado
Gracias porque siempre estás cuando te necesito
Y, por sobretodo, gracias por tener el valor de amar, perdonar y enrostrármelo cada vez que está "adulta", adultece.


Te puede interesar
Lo más visto