Las Damas Enfermeras

Las voluntarias que dejaron todo atrás para cuidar a los heridos en los campos de batalla

Cultura - Sucesos históricos 11/12/2020 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales

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María del Carmen Angoloti, Duquesa se la Victoria, fue designada por la propia reina consorte Victoria de Battenberg para que presidiera el grupo de Damas Enfermeras que irían a Melilla a atender a dos heridos del desastre de Annual durante la Guerra del Rif, en 1921

POSDATA Digital Press | Argentina

La historia de las Damas Enfermeras inició más de 100 años atrás, cuando la reina consorte Victoria Eugenia de Battenberg dio inicio a sus esfuerzos por crear una rama de la enfermería en España que no estuviera directamente relacionada con los servicios religiosos.

Una de las primeras incursiones de este grupo de voluntarias se dio luego de la Primera Guerra Mundial, en la que se conoció como la Guerra del Rif, en Marruecos, y donde el ejército español sufrió graves daños. La labor de estas damas fue tan valiente como desinteresada y, en la conmemoración del centenario de la creación de su grupo, incluso surgió una serie dedicada a contar la historia de las mujeres que hicieron la diferencia en el campo de batalla “Tiempos de Guerra” de Antena 3.

 Ya han pasado varios años desde que se cumplió esta centuria. Pero este 12 de mayo, en honor al Día Internacional de la Enfermera, vale la pena recordar a estas mujeres y el antes y el después que marcaron en la historia de la enfermería española.

Victoria de Battenberg, la reina enfermera

La reina Victoria con el uniforme de las Damas Enfermeras.

Toda la historia inicia con los esfuerzos de la reina Victoria, esposa del rey Alfonso XIII y nieta de la reina Victoria I del Reino Unido, por crear una figura que diera cuidados a los heridos y enfermos que no estuviera directamente ligada con la religión, como lo estaba en España.

La figura de la enfermera ya existía en otras partes del mundo, gracias a las acciones de Florence Nightingale. Asimismo, fueron estas las que inspiraron a la creación, en 1863, de la precursora de la Cruz Roja, el Comité Internacional de Socorros a los Militares Heridos. Con esta organización, se independizó la posibilidad de ayudar a los heridos y enfermos a través de otros medios además de la religión. Pero, este concepto no llegó a España sino hasta 1915 con las acciones de la reina Victoria.

Esta no solo fue la precursora de la creación de la Cruz Roja española, sino que instauró la figura de la enfermera en la nación y creó la primera Escuela de Enfermeras de España. Más temprano que tarde, las capacidades de estas iniciativas serían puestas a prueba y también la convicción de aquellas que participaron en estas.

Nacen las Damas Enfermeras

Damas enfermeras obsequiando a los regulares tras su regreso. / Crédito: Cruz Roja.

A pesar de que la organización inició en 1915, no fue sino hasta 1917 que se pudo formalizar su creación, es por esto que se cuenta su origen desde esta fecha. Fue en este momento donde las voluntarias, que debían tener mínimo 17 años, ser españolas y estar asociadas con la Cruz Roja comenzaron a recibir entrenamiento profesional.

No obstante, acá los grupos de dividieron, puesto que también se creó la rama de las Damas Enfermeras. Estas últimas por lo general no recibían un entrenamiento tan vasto como las primeras, pero ambos grupos se frecuentaban e intercambiaban experiencias.

Este último, al tratarse de una labor que no era paga en aquel entonces, se fue convirtiendo más en un conglomerado al que las mujeres se unían por vocación. En aquel entonces, muchas de las que se sumaron a la iniciativa eran damas de la alta sociedad española –muchas de ellas animadas por la propia reina, quien, por si fuera poco, también fue parte de las Damas Enfermeras.

De entre las conocidas de la reina, una amiga que se destacó fue María del Carmen Angoloti. Esta se convirtió en la líder del grupo de Damas Enfermeras que irían a Melilla a hacer historia.

María del Carmen Angoloti, la “madre Carmen”

La derrota que sufrió el ejército español durante la Guerra del Rif dejó atrás a una gran cantidad de heridos. Con la finalidad de atender a esta nueva emergencia, en julio de 1921 la reina Victoria se dirigió particularmente a María del Carmen Angoloti, a quien también se la conoció como la duquesa de la Victoria.

Esta aceptó la misión y se dirigió a Annual, en Melilla, para atender a los sobrevivientes de la rebelión acaudillada por el líder rifeño Abd el-Krim. Esta se realizó en nombre de la Cruz Roja y se manejó bajo el mando directo de la reina Victoria. Desde que llegaron, la magnitud del desastre fue abrumadora, pero ninguna de ellas dejó que esto fuera una razón para perder la motivación.

La duquesa tenía una vocación que solo podía ser equiparada por su carácter. Entre los soldados se la llegó a conocer como “madre Carmen” debido a los cuidados que esta les proporcionaba a todos. Y, en general, a las Damas Enfermeras, muchas veces se las llamó “ángeles” entre los militares, ya que estos las veían así, como una ayuda divina que vino a ellos en medio de una situación indiscutiblemente infernal.

Sin embargo, la dulzura y piedad de estas mujeres no implicaba que no fueran capaces de defenderse por sí mismas. De hecho, la propia Carmen se ganó el respeto de muchos y la enemistad de otros debido a sus fuertes posiciones y la forma en la que defendía su labor y la de aquellas que estaban bajo su mando.

La duquesa de la Victoria no se doblegaba ante nadie
Se volvió incluso particularmente famosa una discusión que tuvo con los altos mandos militares. Estos exigían que las Damas Enfermeras atendieran a los soldados según su rango, pero Carmen no permitiría eso. Su respuesta fue tajante, ella solo estaba cumpliendo las órdenes de la reina y estas implicaban atender a los heridos según la gravedad de sus casos, sin ninguna otra distinción –y así se hizo, por lo menos en Hospital de la Cruz Roja que supervisó la duquesa. Los altos mandos no pudieron hacer nada ya que damas no solo eran civiles, sino que estaban bajo el mando directo de la reina.

Un recuerdo que no se irá

Del legado que dejaron las Damas Enfermeras uno que se recuerda con especial fuerza es el de María del Carmen de Angoloti. Su dedicación fue galardonada desde el principio, cuando en 1921 se le otorgó la Cruz de la Orden Civil de Beneficencia con el distintivo blanco.

Tan solo un año más tarde, la calle en la que se encontraba el Hospital de la Cruz Roja fue nombrada en su honor. Esta sorteó épocas en las que dicha denominación se le arrebató, pero, afortunadamente, en la actualidad vuelve a tener su nombre correspondiente.

Como un reconocimiento especial a sus méritos, el Comité Internacional de la Cruz Roja incluso la condecoró con la Medalla Florence Nightingale. Para 1925, también recibió la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.

Su huella en la memoria colectiva ha sido tal que también se le construyó un monumento conmemorativo en la Ciudad de Madrid, en la Avenida de la Reina Victoria, y otro idéntico en Cádiz. En este, la duquesa aparece atendiendo a un herido mientras está rodeada de soldados.

Las Damas Enfermeras hoy
El paso de las Damas Enfermeras por Melilla dejó una marca. Inicialmente, contaron con el hospital al que llegaron en 1921 y que contaba con 86 camas. Luego de un año, se inauguró un segundo centro médico con capacidad para atender a hasta 150 soldados. En los dos siguientes años, se abrieron nuevos hospitales provisionales, el primero en Larache y el segundo en Tetuán.

Todo esto para que las damas contaran con todo el espacio y las instalaciones necesarias para poder prestar la atención médica que requerían los soldados. Un detalle de estas mujeres que vale la pena resaltar es que sus centros de cuidado también se destacaron por mantenerse siempre limpios y cuidar la higiene, un punto que pocos hospitales militares de la época tomaban en cuenta y que, claramente incidía en las posibilidades de recuperación de los heridos.

La labor de este grupo de enfermeras que dedicaban gran parte de su vida o incluso toda esta al cuidado de otros trasciende incluso hasta hoy. En la actualidad, el Cuerpo de Damas Enfermeras no existe bajo este nombre sino que ha pasado a ser denominado Cuerpo de Auxiliares Sanitarios Voluntarios, desde 1985. Esto simplemente con la intención de aceptar también enfermeros que desearan unirse a la causa.

No obstante, las misiones de este grupo siguen siendo las mismas: promover la salud pública, intervenir y ayudar en tiempos de guerra, prestar servicio en hospitales y demás establecimientos sanitarios, entre otros. Por lo que, el espíritu con el que mujeres como la duquesa de la Victoria y la reina enfermera iniciaron este equipo se mantienen hasta el día de hoy.

Fuente:tekcrispy

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