Ansiedad, violencia y desconexión con la realidad: todo puede aparecer en los dibujos del test psicológico en los CGP

El tamaño de los dibujos, la manera de utilizar el lápiz, el orden de las figuras y su distribución en el papel pueden revelar personalidades ansiosas, agresivas, inmaduras o traumatizadas y para esas personas queda postergada o anulada la posibilidad de conseguir o renovar su licencia de conducir.

Sociedad 04/12/2016 CVA Producciones Integrales

Posdata Digital|Argentina

 Los breves tests psicológicos que se hacen en las 13 sedes que dependen de la porteña Dirección General de Licencias son un filtro clave para quienes podrían rotularse como conductores riesgosos.

Ansiedad, inmadurez, reacciones violentas y desconexión con la realidad son cuadros limitantes a la hora de obtener el carnet de conductor y, de acuerdo con un relevamiento realizado por Télam, unos 100 aspirantes son objetados por día en el examen psicofísico en la ciudad de Buenos Aires.

Las técnicas Bender, Persona bajo la lluvia y HTP (Casa, Árbol, Persona, por sus siglas en inglés) permiten que las personas proyecten parte de su personalidad al dibujar y dejan al descubierto "indicadores de deterioro de su salud neurológica, de su estabilidad emocional o de situaciones traumáticas puntuales", explicó la licenciada Paula B., psicóloga de uno de los CGP de la ciudad.

Los gráficos sirven como indicios, como un punto de partida, y ante alguna alerta, se hace un chequeo más exhaustivo del conductor.

"La persona proyecta en el dibujo cuál es su estado emocional y después los profesionales intentamos sumar hipótesis a lo observado", insistió la psicóloga, y remarcó que la evaluación se completa teniendo en cuenta el discurso y la conducta que muestra el examinado durante la entrevista.

Todo aparece en los trazos: rasgos de ansiedad, baja tolerancia a la frustración, poco control de la impulsividad e incluso patologías graves como psicosis o adicciones. Estas últimas, sin embargo, "son las más difíciles de detectar en las entrevistas", admitió Paula B.

En su anecdotario, la licenciada recordó el día en que rechazó la solicitud de un hombre que pretendía obtener un registro para conducir una camioneta escolar y admitió sin complejos ser un consumidor frecuente de marihuana y éxtasis.

"Se dan esos casos en los que los adictos tienen tal nivel de omnipotencia que creen que a ellos nada les puede pasar", señaló, pero aceptó que son los casos menos frecuentes.

El tono de la voz y el relato también sirven como "alertas" para detectar una personalidad agresiva, impulsiva o desapegada a las normas sociales.

Por eso, en base a los indicios que muestran los tests y a la conducta del entrevistado, los psicólogos tienen potestad tanto para recortar el plazo del permiso como para poner en suspenso una licencia hasta que el interesado realice estudios complementarios.

Un gabinete especializado funciona en la sede central del Parque Roca, donde son derivados quienes deban cumplir con un psicodiagnóstico más exhaustivo o pruebas neuropsicológicas. Todo quedará asentado en la Dirección General de Licencias para futuras renovaciones.

Consumir ansiolíticos o antidepresivos requiere la presentación de un certificado de un psiquiatra y reduce a un año la duración de la licencia. Padecer Alzheimer o cualquier afección que cause demencia también tiene una regulación más estricta y -en esos casos- el carnet se expende sólo en la etapa incipiente de la enfermedad y por el plazo más breve. Ancianos que tienen dificultades de orientación, personas que sufrieron un ACV o que presentan secuelas después de un traumatismo severo de cráneo también pierden las chances de obtener un carnet de conducir.

En los CGP de la ciudad se registraron casos en los cuales se negó la renovación de la licencia a adultos que durante mucho tiempo tuvieron una vida aparentemente normal hasta que en determinado momento su estado mental cambió y empezaron a padecer algún tipo de psicosis.

Esa patología se caracteriza -entre otras cuestiones- por la pérdida de contacto con la realidad y por alteraciones intensas y repentinas de la conducta.

"A veces la enfermedad se manifiesta cuando esas personas pierden el trabajo o la familia que los contenía", relató la profesional y advirtió que, aun cuando esos pacientes superen internaciones psiquiátricas y la ley los habilite a solicitar un carnet de conducir, "no pueden hacerlo porque su estructura psíquica se los impide".

"Manejar un auto requiere de un montón de aptitudes: un estado emocional que tolere la frustración adecuadamente, control de la impulsividad y de la agresividad, respeto de las normas sociales, memoria, reflejos, orientación en tiempo y espacio; todo lo cognitivo y todo lo emocional", explicó Paula B.

Cuando son "bochados", los conductores expresan impaciencia o enojo. "Quieren tener la licencia en el día, no les gusta hacer filas, esperar ni ser cuestionados; esa intolerancia es lo que somos como sociedad, pero si los profesionales hacemos una buena devolución y esa persona escucha y se lleva algo de todo esto, nuestro trabajo está cumplido", concluyó Paula B.

Vía: Télam

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