
El día que robaron el ataúd de Chaplin
Aunque no lo creas, robar los ataúdes de personajes famosos ha sucedido constantemente en la historia.
Cultura - Sucesos históricos03/04/2021
POSDATA Digital Press | Argentina
Aunque no lo creas, robar los ataúdes de personajes famosos ha sucedido constantemente en la historia. Sin embargo, ninguna fue tan descarada y curiosa como el día que robaron el ataúd del gigante Charlie Chaplin.
Chaplin falleció el 25 de diciembre de 1977 a sus 88 años luego de un complicado cuadro de asma y demencia senil que acabaron con su vida. Falleció pacíficamente, dormido, en su residencia Manoir de Ban, en Corsier-sur-Vevey, Suiza.
El legado de Chaplin, que hoy en día reconocemos como uno de los grandes del cine, era mucho más importante en aquella época. Su muerte supuso una pérdida para el mundo, aunque algunos lo vieron más bien como una oportunidad.
Funeral de Charlie Chaplin
Los ladrones ni siquiera esperaron a que el cuerpo de Chaplin se terminara de descomponer, pues en la madrugada del 1 al 2 de marzo de 1978, estos entraron al cementerio de Corsier-sur-Vevey y sacaron el cadáver del artista.
La tumba de Chaplin ni siquiera había podido ser identificada, pues la lápida con el epitafio grabado aún no estaba lista. Lo único que quedó en el lugar del crimen fue un gran agujero y las pisadas de los ladrones junto con las marcas de las ruedas de un automóvil.
Una tragedia…
La policía no tenía rastros ni evidencia de los ladrones más allá de las pisadas que habían quedado en la tierra. Sin embargo, poco a poco algunas llamadas anónimas comenzaron a dar luces de quiénes pudieron haber cometido tal delito. Muchas eran de bromistas que amenazaban a la familia.
Diez semanas transcurrieron, y la policía creó la hipótesis de que los ladrones querían pedirle rescate a la familia del cineasta, quienes, para entonces, poseían una herencia de 25 millones de dólares, según lo dictó la ABC.
La prensa comenzó a crear teorías que aseguraban que el delito había sido cometido por un grupo de antisemitas o incluso nazis enfurecidos por la parodia de Chaplin con su película ‘El gran dictador’. Sin embargo, ninguna de estas teorías dio en el clavo.
… que terminó en una comedia
La verdad es que los ladrones reales solo eran un par de mecánicos desesperados que primero pidieron un rescate y luego se pusieron a regatear el precio.
Estos fueron el búlgaro Roman Joseph Wardas, de 24 años, y el polaco Gandscho Ganev, de 38. Ambos sin experiencia alguna en cometer delitos llamaban nerviosos a la residencia de la familia de Chaplin, esperando que estos estuvieran dispuestos a hacer lo que fuera por recuperar el cadáver de su ser querido.
Sin embargo, sucedió lo que menos esperaban: la viuda de Chaplin, Oona O´Neill, se negó a pagar los 600.000 francos suizos que pidieron porque consideraba que su esposo “lo hubiera encontrado ridículo”.
En este punto, lo que empezó como un drama, terminó pareciendo una película de humor negro. Los ladrones, atónitos ante la respuesta, comenzaron a cambiar la moneda, pensando que el problema había sido la denominación. Pidieron entonces 600.000 dólares americanos, monto que bajó a 500.000 ante la negativa de O´Neill.
Desesperados, enviaron fotografías para asegurarles que realmente tenían el cadáver, y en vista de la falta de respuesta, siguieron bajando el precio. Llegaron a los 100.000 dólares, lo cuales fueron aceptados por la viuda, quien simplemente les había tendido una trampa.
Los ladrones exigieron que el dinero debía ser entregado por el mayordomo de la familia, Giuliano Canese. Sin embargo, O´Neill, que nunca había tenido la mínima intención de darles ni un centavo, se puso de acuerdo con las autoridades para que uno de los policías se disfrazara de mayordomo.
Pero tal como mencionamos, esta historia se volvió una comedia hace tiempo, así que hace falta un pequeño remate antes de culminar con la historia, ¿cierto?
El policía, disfrazado como Canese, tomó el Rolls Royce de la familia y se dispuso a entregar el dinero. Todo parecía perfecto, hasta que un personaje inesperado apareció en la ecuación: el cartero.
Al ver que un hombre extraño conducía el auto de la familia Chaplin, y preocupado por la seguridad de la familia, el cartero del pueblo decidió comenzar a seguirlo. En medio de tal confusión, la policía atrapó por error al pobre cartero, con lo cual se tuvo que cancelar la misión.
Un desenlace feliz

Los ladrones entonces decidieron pactar que el pago del rescate se haría el 17 de mayo a las 9:30 de la mañana. En vista de que su anterior plan no había funcionado, la policía decidió hacer un despliegue de agentes por toda la ciudad, cubriendo las 200 cabinas telefónicas que habían en la localidad. De esta forma, lograron detener a Wardos y, posteriormente, a su cómplice, Ganev.
Wardos fue condenado a 4 años de cárcel por ser el cabecilla de la operación. Ganev recibió una pena de 18 meses.
Apenados, ambos ladrones le escribieron una carta de disculpas a O´Neill, quien los disculpó sin mucho problema. Tanto así, que cuando la mujer de uno de los ladrones quiso hacer lo mismo en nombre de su esposo, esta le respondió “Mira, que ya los he perdonado”.
Así, uno de los artistas más recordados del mundo por sus increíbles comedias que surgían de momentos de amargura, terminó protagonizando una incluso después de su muerte, con la increíble colaboración de su propia esposa. ¡Sin dudas, una historia digna del cine!
Fuente:tekcrispy


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