La playa

Sinfonía de cuentos25/09/2024 Edgarbett
  
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Portada de interior del libro Sinfonía de Cuentos de Edgardbett Créditos Posdata Diseños

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Por Edgarbett | Escritor


No conocía el mar, nunca tuve de pequeño esa oportunidad de ir de vacaciones con mis padres, mi hermana Nieves ¡sí!
Su amiga o mejor dicho, los padres de su mejor amiga siempre vacacionaban en la casa de Mar del Plata, sin embargo cuando todos se iban o la mayoría, yo, me deleitaba vendo esos programas donde te mostraban la gente bañándose refrescándose. en tanto yo solo me arrojaba agua con un balde o me duchaba constantemente, no culpo a mis padres las cosas se dieron así.
El verano en Argentina es abrazador. Negarlo sería mentirme o mentirles. Soportar a mi hermana al volver diciendo:—¡No esta tan bueno!
Sin embargo yo añoraba constantemente y en silencio tenía el deseo depoder conocerle.
Los años fueron pasando. Fui creciendo y por más insólito que suene como bien decía un amigo (el universo) conspira. 
Aquí estoy mi primer día de playa luego de 23 años de vida. Tanta cantidad de agua les confieso que estoy totalmente embelesado viendo la grandeza y yo tan pequeño, me quite un zapato y apenas toco con las puntas de mis dedos el agua si fuera por mi ya estaría chapoteando zambulléndome pero no quiero hacer papelones con mis compañeros de trabajo le confieso que algo de vergüenza aun me queda.
Estas son mis primeras vacaciones y cuando Sebastián propuso la idea de ir de viajes todos juntos la verdad me negué profundamente, soportarlos durante el año y luego en el descanso no resulto de mi agrado hasta que Sabrina dijo —¡dale buenísimo!
Vamos a Mar del Plata, al instante que iba a hablar me calle la boca.
Los preparativos del bolso fue un momento divertido, lleva un buzo, no, mejor una remera lleva esto y aquello y yo ni idea pues nunca había ido.
Lo interesante fue esa sensación el primer día ya dispuestos todos al baño indescriptible para mi seguramente no lo es tanto para ustedes toda una tarde hasta caer el sol, ¡increóible!
Ta inaudito como aquel suceso extraño diría yo, mientras nadaba o al menos eso creía, dando braseadas y sumergidas algo bajo el agua tomó mi pierna me tiró haciendo que me hunda pero logré salir temeroso y pensando que podría ser una broma de ellos y les dije —¡Dejen de bromear con eso no se jode!
Todos me miraron sin entender pero no paso a mayores, no volvió a pasar ni bien me metía al agua cauteloso miraba que estos permanezcan a la distancia los días transcurrieron les confieso.
Estaba enamorado de la playa, pensaba en Nieves y me decía a mí mismo —:¿Cómo puede ser que venía y no le gustaba tanta hermosura?
Me hubiese gustado venir en familia de chico.
Reconozco que el tiempo es tirano. Pasó presuroso y,aún atesoraba mucho más, si fuera por mí me hubiera quedado una eternidad.
Ojo con esa frase. Volviendo al principio mi amigo Raúl siempre habla de los deseos qué pides.
Aquel penúltimo día nadé incansablemente.
Ya el sol se había puesto y estaba solo, sentado mirando la nada mientras las olas golpeaban la orilla, hacia frio pero no tanto no se porque tuve la loca idea de arrojarme una vez más 
Me quité la ropa con la precaución que nadie me observe metiéndome solo con mi calzón verde, braseaba de un lado a otro metiendo y sacando mi cabeza era todo aquello y más de todo anhelo que tuve. Estaba al punto de salir cuando me dirigía a la costa cuando nuevamente me jalaban pero esta vez de todo el cuerpo con desesperación quería salir no podía. Más y más sentía la falta de aire largando borbotones de agua que ingresaban tanto esfuerzo dio sus frutos logre abrasar la orilla.
—¡Uff que tremenda lucha! Escuché por detrás mientras veía salir detrás mío un hombre desconocido en ropa de baño. 
—¿Qué le pasa, está loco?— Le dije con todo mi odio 
—¡Tranquilo! —me respondió, las cosas son como tienen que ser. 
—¿Cuál es su problema?
—¡Vine a buscarte! —me dijo:— ¡estas perdido aquí en la playa y es hora de que vayas a casa! Cando estés listo para irte te vengo a buscar nuevamente. 
Lo insulté de mil maneras mientras me agachaba y recogía mi ropa y me vestía y le dije:—¡Usted está totalmente loco lo voy a denunciar!
Asi continuaba hablando cuando me percaté de que de nuevo estaba solo.
—Pero, ¿dónde fue?
Miraba de un lado al otro y no había absolutamente nadie. Me fui caminando buscando la casa que rentábamos pero se me había borrado completamente la dirección de mi cabeza así que volví a la arena y me recosté despertando preocupado me tenía que marchar pronto y no sabía ni donde estaba.
Me levanté para salir casi corriendo y me quedé pasmado por no decir tieso, mi hermana venia acercándose dirección al mar, vestía completamente de negro y estaba más madura de lo que la recordaba más bien parecía una señora mayor, por detrás venían caminando dos jóvenes adolescentes y un hombre que la abraza posando su brazo en el hombro.
Ella, arroja un ramo de flores a la marejada, sus ojos llenos de lágrimas.
—Hijos, acá perdió la vida su tío. hoy es un nuevo aniversario—Dijo.
Detrás de mío de nuevo la voz del hombre de la noche anterior— ¡Hijo mío!
—¿Qué? —Dije y al verle a la cara reconocí a mi padre, era ese hombre, mas allá salía del agua estaba mi madre sonriendo y diciendóme:—¡Ven aquí hijo! — Y me abrazó. Lloré mucho y entendí. Entonces pregunté— ¿Y ella, que va a pasar con ella?
— ¡Tranquilo hijo, ella tiene quien la cuide! Mientrás observaba como sus hijos (mis sobrinos que no conozco) hasta ese momento la rodeaban. Fue entonces cuando recordé aquel primer día antes de marcharme hasta esa luz que me encandila.

Les dejo un consejo: ¡Ojo con lo que manifiestan!

El universo conspira para cumplir con nuestros deseos...

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