El huevo o la gallina
Si no existiera la economía en negro seguramente se podrían hacer tantas cosas que nos sorprenderían.
Opinión - La columna de Eduardo05/04/2021 Eduardo ServentePOSDATA Digital Press | Argentina
Dicen que el 30% del producto del país es en negro.
Dicen que en la construccion, inmobiliarias y comercio generan el 75% de la economía en negro del país.
Dicen que el 50% del personal doméstico está en negro.
Dicen que gran parte de la comercialización de la carne es en negro.
Dicen que el comercio minorista en la gran mayoría de los pequeños negocios se comercializa en negro.
Dicen…
Si no existiera la economía en negro seguramente no habríamos tenido que ir al FMI para pedir fondos.
Si no existiera la economía en negro seguramente se podrían hacer tantas cosas que nos sorprenderían.
Son muchas falacias o hipótesis falsas para hacer razonamientos tendenciosos. La cuenta no es tan simple, hay muchos factores que intervienen en el resultado, igualmente esos razonamientos con demasiada simpleza sirven para hacer un primer razonamiento.
Existe la economía en negro para evitar impuestos que son muy altos.
Los impuestos son altos para cubrir las necesidades.
Las necesidades son muchas porque el gasto público es muy alto.
¿Qué hay que hacer primero?, ¿qué está primero, el huevo o la gallina?, ¿deben los privados empezar a pagar bien los impuestos?, ¿debe la administración bajar los impuestos?, ¿debe el estado bajar el gasto público?
¿Por dónde empezamos?
Algunos dirán enfáticamente: “todos deben pagar sus impuestos, es inmoral y falta de ética que se muevan marginalmente”. Es cierto, pero sin ánimo de justificar ilegalidades lo que hacen esas personas es tratar de defender su dinero que de otra manera no alcanzaría y así es como resulta que una porción muy pequeña de la población activa es la que soporta la carga de todos los demás; es injusto.
Otros dirán que es la administración quien debe bajar y simplificar sustancialmente la carga impositiva así todos pueden pagar y no se ahoga a quien trabaja en regla. También es cierto, pero al bajar los impuestos se desfinanciarán los gastos del estado y no tendrá fondos para hacer lo que debe hacer; sí, también sería injusto.
A su vez habrá otro grupo que dirá que antes que reducir los impuestos hay que bajar el gasto público, lo que parece tener cierta lógica. Es también cierto, pero al bajar el gasto público sin haber potenciado la inversión con por lo menos una buena rebaja de impuestos crearía un caos social de importancia al no poder absorber mano de obra desocupada; también sería injusto.
Entonces, ¿cuál es la solución?, ¿qué se debe hacer primero?, difícil encrucijada.
Bajar y simplificar los impuestos, que todos paguen, que bajen el gasto. Los impuestos, el negro y el gasto desde hace años que es una constante en aumento.
Hay mucho escrito y pocas veces escuchado: simplicidad-y-menos-impuestos
La solución no es tan complicada. Hay que tener el coraje para tomar las decisiones correctas. Hubo momentos en que hubiera sido fácil hacerlo, por ejemplo, en momentos en que el mundo entero nos compraba nuestra producción a precios altos y así con gran superávit se habría podido hacer los cambios necesarios; esa oportunidad no se aprovechó tanto por diferencias ideológicas como que el dinero recaudado fue a parar al abultado bolso de los corruptos de turno.
Hoy también se puede hacer sin provocar grandes crisis; sirve el apoyo internacional y los fondos que organismos como el FMI nos facilitan.
¿Cuál es el proceso?, ¿qué hay que hacer primero?
Lo primero y fundamental que hay que hacer es perder el-miedo-a-la-libertad, perder el miedo a bajar drásticamente y simplificar los impuestos y de esa manera la mayoría de la producción y el comercio irá rápidamente blanqueando su negocio.
En forma paralela y simultánea se deberá bajar, también drásticamente el gasto público, para lo cual el estado puede hacer uso de esos apoyos internacionales que ha conseguido este gobierno.
La recaudación subirá, sin duda.
Entonces ya dejamos de tener una duda existencial como el dilema del huevo o la gallina, la primer movida y bien fuerte la debe hacer el estado, el gobierno.
Los privados acompañarán en forma inmediata y vendrán inversiones extranjeras y los argentinos traeremos todos nuestros ahorros a invertir acá y declararemos todo. Entendamos, es por conveniencia.
En definitiva, no dudemos más cuál debe ser la primera movida, eso está claro, solo hay que hacerlo sin miedo.
Más artículos del autor aquí: http://bit.ly/2uOOMVj