POSDATA Digital Press| Argentina
Por Eduardo Servente | Ingeniero civil | Productor y conductor de radio
—Hola Federico, ¿cómo estás?
— Hola Guillermo, ¡qué alegría!, ya pudiste zafar de la gran ciudad, ahora a disfrutar unos días de playa.
—Y sí, hace falta, ¿no?, ¿tomamos unos mates?
—Dale, viene bien mientras miramos un poco el mar…
— Y ¿qué tal pasaste las fiestas?
—Bien, nada interesante, te imaginarás, parientes que hace tiempo que no ves, que la tía, que la abuela, los sobrinos…, mezcla de abrazos y malos humores, ufff. Por suerte pasan rápido.
—Coincido con vos. Realmente no sé porqué hay que reunirse con personas que no ves nunca y además no los soportás, pero todo por el espíritu navideño.
—Tenés que sonreírle al que te trató mal, aquel cuñado que se aprovechó de vos, a los sobrinitos mal educados…, en fin, ya pasó.
— Es como dice la frase: “la sangre te hace pariente, la honestidad te hace familia”.
—Sí, la escuché, es muy buena y tan cierta.
—Nadie puede renegar de la sangre, son parientes que vienen y no se pueden evitar, pero la familia es otra cosa.
—Es cierto, hay que aguantar cada cosa.
—Ya le dije a Mariela que a partir del año que viene vamos a seleccionar bien con quienes pasamos las fiestas, sean parientes de ella o míos, no importa, pero tenemos que sentir que hay confianza y amor, sino terminás amargado.
—Toda la razón del mundo, le voy a decir lo mismo a María Inés, hay que cortar por lo simple.
—Che, ¿y cómo ves al gobierno nuevo?, ¿qué te parece?, ¿cómo te pinta?
— Huy, no sé. Sinceramente te digo que en lo más íntimo de mi ser tenía una levísima esperanza que podía tomar un rumbo interesante, pero por las medidas que fue tomando y las cosas que dijo hasta ahora pinta peor que nunca.
—Terrible, pero cierto. Comete los mismos errores de siempre, aunque cada vez más potenciados. Es de no creer que una y otra vez en nuestro bendito país hagamos siempre las mismas macanas.
—Fijate lo de la doble indemnización, es una burrada, cuando se aplicó fue contraproducente, no hubo nuevos empleos, las empresas buscaban la manera de despedir…
- Y por supuesto no alienta la creación de nuevas empresas. Deberían hacer justamente lo opuesto, pero este populismo anacrónico no puede hacer nada positivo.
—Es que creen que con medidas de este tipo defienden al trabajador y lo único que hacen es perjudicarlo, cada vez menos empleo, cada vez más las pymes no toman gente nueva, cada vez más empleos en negro…, en fin, nada positivo.
— A veces no se entiende la razón por la que siempre toman las mismas medidas que fracasan una y otra vez.
—Y ¿qué me decís del dólar?, mejor dicho de los dólares, hay como quince valores distintos, otra medida que nunca funcionó.
— Y el nivel de impuestos, cada vez peor, después no quieren que haya economía en negro.
— Sabés que yo no creo que sean incapaces o no entiendan de economía básica, creo que todo pasa porque la clase política vive un gran negocio a costa de los contribuyentes y por eso no bajan el gasto.
—Ninguno eh!, mirá que gobierno anterior tampoco.
— Nooo!, tengo una bronca, porque otra vez perdieron una oportunidad única para realmente cambiar el país y también jugaron a la política. Son los grandes responsables que ahora estén estos de nuevo.
— Seguro. Y tampoco aflojaron con el negocio del gasto, entre bomberos no se iban a pisar la manguera, ¿no?
— No sé cuánto más va a aguantar esto, los impuestos son terribles, al campo le subieron las retenciones y se va a armar una peor que la del 2008.
— Y siguen con las pavadas culturosas, como la ex de Máximo que impuso que toda comunicación del Pami tenía que salir con lenguaje inclusivo.
— Siempre digo por twitter, “el lenguaje mal llamado “inclusivo” solo muestra una gran incapacidad intelectual para expresarse y discutir temas profundos de la sociedad”.
— Muy buena, es cierto.
— A veces hay alguna que me responde diciendo que la incapacidad es no estar abierto a los cambios, por lo que le respondo que la incapacidad es no saber manejar el idioma, que no se necesitan esos cambios y que tampoco responden a un cambio cultural.
—Vamos a volver a retroceder siglos en cultura y educación.
—Y ¿viste el yerro que se mandó el ministro de educación?
— No, ¿qué pasó?
— En las redes, como haciéndose el canchero popular, publicó un acertijo matemático que seguramente lo copió mal porque para resolverlo necesitabas de cálculos logarítmicos que por lo menos deberías haber terminado la secundaria y con buenas calificaciones. Al día siguiente, muy condescendiente publicó la solución cometiendo un error grave, que 1 elevado a la 1 es igual a 2. Le saltaron de todos lados, pero el tema no terminó ahí; al día siguiente sacó otro mensaje aclaratorio tratando de explicar lo inexplicable, que como estaba expresado debía entenderse de cierta manera y bla, bla, bla.
— Es decir que además de ser un burro en matemáticas se mostró como una porquería soberbia que no admite errores, ¿no?
— Tal cual. En esas manos estamos.
— Pero Fede, lo que más me preocupa es lo otro, las medidas económicas que toman, repiten y repiten los mismos errores de siempre. Por eso tenés razón, no es que son incapaces, son todos cómplices del robo que nos hacen a los contribuyentes.
— En fin. No nos amarguemos las vacaciones, aunque es difícil, pero hagamos el intento.
—Se acabó el termo, ¿querés que vayamos al barcito y nos tomemos un clericó?
— Dale Guille, buena idea, lo merecemos…
— Y acá lo hacen bien rico.
—Sin cítricos, por supuesto.
— Lógico, como todo buen clericó.