Cómo funciona la visión humana

Salud 07/06/2021 CVA  Producciones Integrales CVA Producciones Integrales

vision-humana-

POSDATA Digital Press | Argentina

Usamos nuestros ojos en prácticamente todo momento, pero en realidad pocas veces somos conscientes de cuán magnífico es el proceso que da lugar a la visión humana. Sabemos que los ojos son dos órganos que nos permiten visualizar lo que hay a nuestro alrededor, y en estos tiempos de pantallas, incluso lo que está muy lejos de nosotros, pero ¿cuánto sabemos sobre su funcionamiento? Y más importante aún, ¿cuánto hacemos por protegerlos?

En el siguiente artículo nos enfocaremos en dar a conocer algunos de los aspectos básicos que intervienen en el procesamiento de las imágenes que captan nuestros ojos. Y, por supuesto, lo que pasa cuando nuestra visión falla.

El ojo humano y el campo visual

Llamamos visión, o sentido de la vista, a la capacidad de interpretar los elementos en nuestro entorno gracias a los rayos de luz que percibe nuestro órgano receptor de estímulos: el ojo.

Otro término digno de mención para comprender el funcionamiento de la visión humana es el campo visual. Este no es más que el área espacial que el ojo percibe al mirar hacia adelante, sin realizar ningún tipo de movimiento.

El ojo de un humano sano consigue su máxima resolución y nitidez en el área central de la imagen hacia donde miramos; mientras que en las zonas periféricas del campo visual la nitidez se reduce, aunque igual somos capaces de percibir materia, movimientos y luces.

Para ponernos en contexto, vale recordar el toque que hacemos en la pantalla cuando queremos enfocar un punto del espacio que observamos en la cámara de nuestro teléfono.

Así está compuesto el ojo humano

Al igual que muchos órganos en nuestro cuerpo, el ojo humano está conformado por diferentes partes, cada una de las cuales juega un papel importante en la percepción de la luz.

En un sentido muy general, los ojos están constituidos por los párpados, los globos oculares, el aparato lagrimal y los músculos extraoculares. Pero, a su vez, esta estructura puede dividirse en tres capas, externa, media e interna, en la que se ubican estructuras muy específicas que hacen su parte en la percepción de los estímulos y la transmisión de señales.

La parte externa se compone de la órbita (que constituye los huesos que lo sostienen) junto con músculos extraoculares, la esclera, la conjuntiva, el aparato lagrimal y la córnea; la parte media está conformada por el cristalino, cuerpo ciliar, el iris, la pupila y el humor vítreo; la parte interna incluye la retina, la mácula, la retina periférica, y el nervio óptico.

¿Cómo se produce la visión humana?

Todos y cada uno de los elementos mencionados trabajan en conjunto para ayudarnos a ver una vez que estamos conscientes y con los ojos abiertos. Y aunque poco nos preguntemos cómo es posible, es importante saberlo. Por fortuna, el procedimiento es relativamente sencillo.

Como ya mencionamos, el ojo es un órgano capaz de recibir los estímulos luminosos de nuestro entorno. Cuando la luz llega a nosotros, atraviesa la córnea (la capa frontal transparente del ojo), que se encarga de doblarla para ayudarnos a enfocar.

Parte de esa luz del exterior ingresa a través de la pupila, que es esa abertura que solemos ver cuando miramos la profundidad de la zona de color en los ojos de otra persona. En este punto, el iris (la parte de color) se encarga de controlar la cantidad de luz que entrará, para pasar a través del cristalino (una parte interna transparente) que interviene también en el enfoque.

En su trayecto, la luz se proyecta sobre la retina, una capa de tejido sensible a ella que se encuentra en la parte posterior del ojo. Es entonces cuando las células especializadas, conocidas como fotorreceptores, convierten la luz en señales eléctricas que se trasladan hacia el cerebro a través del nervio óptico.

Y, aunque pocos lo sepan, es nuestro cerebro el encargado de procesar todos estos impulsos y traducirlas en las imágenes que vemos con cada parpadeo. En pocas palabras, el ojo es el órgano receptor de estímulos, pero el cerebro se encarga de interpretarlos.

El ojo funciona como una cámara fotográfica para producir la visión

Con tanto tecnicismo, muchos podrían verse ofuscados al intentar comprender cómo funciona la vista humana. Lo bueno es que el estudio de la visión, y los desarrollos derivados de ella, han arrojado algunos ejemplos artificiales que, de cierta forma, funcionan con principios similares.

Usemos la cámara fotográfica, que se ha vuelto tan popular y accesible en los últimos tiempos. Para tomar una fotografía, primero fijamos la cámara en una posición fija (si es que nuestro pulso lo permite), encuadramos y enfocamos el objeto o paisaje en cuestión, y pulsamos el obturador.

Luego la imprimimos en un papel especial, o simplemente la observamos a través de un sensor. Esto es prácticamente lo que hacen nuestros ojos cuando vemos. Percibimos, enfocamos y la imagen sale impresa en la retina.

¿Por qué falla nuestra visión?

Ahora bien, aunque parezca un proceso perfecto, también pueden ocurrir fallas significativas. Estas pueden ser generadas tanto por factores ambientales como por factores internos o genéticos, derivando en enfermedades adquiridas o congénitas (de nacimiento).

Si el enfoque no se produce bien, la imagen aparecerá borrosa y, en consecuencia, derivará en errores como fallas de lectura, tropiezos e incluso accidentes de tránsito. Tras identificar las causas, la ciencia ha clasificado varias enfermedades comunes que afectan la visión humana.

Entre ellas, podemos mencionar la miopía, cuando se ven los objetos borrosos desde lejos; hipermetropía, cuando, en cambio, los objetos cercanos se ven borrosos; astigmatismo, que provoca visión borrosa a cualquier distancia; presbicia, una hipermetropía vinculada al deterioro por la edad.

Lo bueno es que vivimos en un tiempo en el que es posible solventar muchos de los problemas que experimenta la visión humana. Por ejemplo, la invención del lente ha permitido corregir las fallas y proporcionar independencia y calidad de vida a las personas afectadas. Todos los mencionados son trastornos de refracción que pueden mejorar con ayuda de métodos como estos.

Otras opciones son un poco más invasivas, pero también efectivas, como las cirugías, pero estas están indicadas para trastornos un poco más complejos. Y, en efecto, hay afecciones mucho más graves que las mencionadas, y muchas de ellas sin solución, pero poco a poco surgen nuevos métodos, como terapias genéticas, que prometen incluso devolver la vista a personas con discapacidad visual.

Fuente:tekcrispy

Lo más visto
limpiando.la.chimenea-vídeo-posdata-digita-press

Limpiando la Chimenea

Eduardo Servente
Videos 21/03/2024

PROGRAMA DE RADIO.-Nuevas vías de contacto para ver y escuchar a Eduardo Servente, columnista de opinión en Posdata Digital Press.