El diario de Irigoyen o el cinismo

POSDATA Digital Press| Argentina

Por Eduardo Servente | Ingeniero Civil | Productor y conductor de radio

Hace poco más de un año y medio publiqué un artículo que titulé “¿Qué era el diario de Irigoyen?” en el portal de Libertad y Progreso que-era-el-diario-de-irigoyen/, en el que cuestionaba algunas actitudes del gobierno que hacía poco que estaba en funciones y principalmente del gobierno anterior.

Hoy siento un malestar mayúsculo por toda la clase política de nuestro país dado que veo que no son capaces de interpretar el sentimiento y las necesidades del pueblo que gobiernan.

No solo hablo del fondo de sus medidas que sin estar del todo de acuerdo las trataré más adelante o en otra oportunidad. Hablo de las formas, de esas imágenes que se usan para transmitir ideas o mensajes a un pueblo que no lo está pasando bien.

Estamos viviendo momentos importantes para la república. Si la justicia actuara como debiera estaríamos ante la posibilidad de romper con esa inercia de corrupción que siempre nos invadió como sociedad, además de juzgar con toda la fuerza de la ley a esa corrupción pornográfica en la que vivimos en el gobierno anterior.

¿Está el gobierno a la altura de las circunstancias?

Y son las personas quienes componen el gobierno, pero si estos empresarios/funcionarios manejaran a la Argentina como hacían con sus empresas, seguramente estaríamos mejor, y también se siente vergüenza de los argumentos de diputados y senadores con sus grandes sueldos que ni siquiera como gesto se los bajan a la mitad, y se siente más vergüenza aún al ver un video en la quinta presidencial con los legisladores cantando “queremos flan”…, no están para hacer humor.

Esas formas y tantas otras que vemos y escuchamos todos los días como desconectados de la realidad que vive el pueblo dan que pensar.

La sociedad les ha dado el voto con la esperanza de terminar con un flagelo continuo de décadas de rumbos equivocados. Les ha dado la confianza para terminar con formas corruptas de manejo. Les ha dado el mandato de reacomodar la economía destrozada del país para empezar a crecer seriamente.

Es por eso que la sociedad entendió los ajustes que tenía que padecer; había que dar vuelta un desquicio de años.

Pero esa misma sociedad que sufre los ajustes ve con gran indignación que funcionarios inventados y legisladores reciben sueldos que ni en los mejores sueños se imaginarían. A su vez escuchan a esos legisladores, no solo cantar en la quinta, sino exponer argumentos ridículos e infantiles sobre las discusiones que se llevan a cabo.

Definitivamente no están a la altura de las circunstancias.

Alejados de la realidad viven un mundo diferente a lo que vive el resto de la sociedad. Por eso esbozo la posibilidad que todos esos funcionarios estén leyendo ese “diario de Irigoyen”, como cuenta la tradición que le hacían leer a Don Hipólito Irigoyen en sus últimos tiempos con noticias falsas haciéndole creer que la situación del país era muy buena.

Pero en este caso son muchos para que un complot de noticias falsas pueda mantenerse, además creo que muchos de esos funcionarios, incluyendo al presidente, que han sabido manejar empresas y se han movido como peces en el agua en los difíciles mercados empresariales se darían cuenta inmediatamente de las falsedades.

Entonces, ¿qué les pasa?, ¿son conscientes de lo que sucede?

¿Será que les conviene?

No es el “diario de Irigoyen”, tampoco creo que sea incapacidad, considero que es uno de los más grandes cinismos que hayamos vivido.

No veo que haya otra posibilidad. Tuve, y quizás todavía tengo algo de esperanza que hagan las cosas bien y produzcan el cambio que el país necesita, pero cada día que pasa, cada vez que escucho a alguno de esos miembros de la clase política, mis esperanzas van decayendo.

¿Es el “diario de Irigoyen” o es cinismo?

Por favor, imploro que me demuestren que estoy equivocado, difícilmente soportaríamos otro fracaso u otra desilusión más.