Núremberg y los exámenes psicológicos realizados a los nazis

Durante los juicios de Núremberg, algunos psicólogos estadounidenses tuvieron la oportunidad de realizar una serie de pruebas psicológicas a los nazis. Esto fue lo que descubrieron.

Cultura - Sucesos históricos25/03/2024CVA  Producciones IntegralesCVA Producciones Integrales
  

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POSDATA Digital Press| Argentina

Los juicios de Núremberg empezaron el 20 de noviembre de 1945 y finalizaron el 1 de octubre de 1946. Aquel macrojuicio contó con cerca de 3300 testimonios y más de 6600 pruebas, entre ellas, los exámenes psicológicos realizados a los nazis. No solo se buscaron evidencias de lo sucedido, también se intentó comprender por qué se había producido.

La magnitud de todo lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial sigue escapando, en buena medida, a nuestra comprensión. Sabemos que en aquel proceso un buen número de líderes del ejército alemán fueron acusados de conspiración, crímenes contra la paz, crímenes de guerra y la humanidad. Tampoco nos podemos olvidar de aquellos médicos que torturaron y mataron para realizar sus investigaciones.

¿Qué movía a esas personas? ¿Cómo es la mente de quien llevaba a cabo actos tan abominables como la cremación o los experimentos con niños? Recordemos, por ejemplo, al propio doctor Josef Mengele, quien construyó un laboratorio de patología junto al crematorio II en Auschwitz II-Birkenau. Un personaje que logró escapar de los juicios de Núremberg.

Lo cierto es que un grupo de psicólogos tuvieron la oportunidad de realizar una evaluación a determinadas figuras del ejército nazi. Esto fue lo que descubrieron.

Lo único que querían proteger los militares nazis era su honor. Las pruebas psicológicas les traían sin cuidado. Solo pedían que, si iban a ejecutarlos, les dispararan como a soldados. No querían ser colgados.

Conclusiones de los exámenes psicológicos realizados a los nazis
Alrededor de los juicios de Núremberg existe la tristeza que despierta el hecho de no haber podido procesar a los auténticos arquitectos del holocausto, como Adolf Hitler, Joseph Goebbels, Reinhard Heydrich, Heinrich Himmler, etc. Sin embargo, suele pasarse por alto un dato no menos interesante: los exámenes psicológicos realizados a los nazis.

Esto se llevaron a cabo y trajeron polémicas, interés y un trabajo científico que duró más de 60 años. En la actualidad, aún siguen haciéndose revisiones y análisis de los datos obtenidos. La conocida como “personalidad nazi” continúa motivando debates y discusiones entre los expertos de la ciencia del comportamiento.

¿Quiénes llevaron a cabo estos análisis y qué pruebas usaron?
Los encargados de realizar los exámenes psicológicos a los nazis fueron el psicólogo Gustave Gilbert y el psiquiatra Douglas Kelley. El primero fue un reconocido psicólogo militar, de ascendencia judía y austríaca, había trabajado como traductor en la Segunda Guerra Mundial. Douglas Kelley, por su parte, era psiquiatra militar. A ambos se les encomendó viajar hasta Núremberg en 1945.

¿Qué se esperaba de ellos? El t ribunal militar internacional necesitaba saber si aquellas personas que iban a juzgar tenían alguna enfermedad mental, si eran hombres malvados o se limitaron a acatar órdenes. Para aquella tarea, usaron las siguientes herramientas psicológicas:

  • El test apercepción temática (TAT), una prueba proyectiva de orientación psicodinámica.
  • El test de Rorschach.
  • La escala de inteligencia Wechsler-Bellevue, que tuvieron que traducir al alemán para poder administrarla.

Esto se llevaron a cabo y trajeron polémicas, interés y un trabajo científico que duró más de 60 años. En la actualidad, aún siguen haciéndose revisiones y análisis de los datos obtenidos. La conocida como “personalidad nazi” continúa motivando debates y discusiones entre los expertos de la ciencia del comportamiento.

¿Quiénes llevaron a cabo estos análisis y qué pruebas usaron?

Los encargados de realizar los exámenes psicológicos a los nazis fueron el psicólogo Gustave Gilbert y el psiquiatra Douglas Kelley. El primero fue un reconocido psicólogo militar, de ascendencia judía y austríaca, había trabajado como traductor en la Segunda Guerra Mundial. Douglas Kelley, por su parte, era psiquiatra militar. A ambos se les encomendó viajar hasta Núremberg en 1945.

¿Qué se esperaba de ellos? El t ribunal militar internacional necesitaba saber si aquellas personas que iban a juzgar tenían alguna enfermedad mental, si eran hombres malvados o se limitaron a acatar órdenes. Para aquella tarea, usaron las siguientes herramientas psicológicas:

Durante mucho tiempo se pensó que la maldad debía tener algún sustrato psicológico que revelara una alteración, algún problema psicológico que la ciencia del comportamiento aún no había identificado. Sin embargo, los juicios de Núremberg fueron una prueba más de cómo personas completamente cuerdas eran capaces de cometer actos crueles e inhumanos.

¿Cuáles fueron los resultados de los exámenes psicológicos realizados a los nazis?
Los resultados de los exámenes psicológicos realizados a los nazis dejaron claro que en ellos no existía una entidad clínica significativa a nivel mental. Conocida es, por ejemplo, la declaración del psicólogo jefe Gustave Gilbert quien, gracias a su dominio del alemán, pudo estar bastante tiempo hablando con Rudolf Hess, uno de los principales miembros del Tercer Reich.

De él dijo que era un hombre completamente normal, sin ningún tipo de disfunción cerebral o enfermedad mental. Ahora bien, ¿terminó el tema del análisis psicológico de la personalidad nazi aquí? En absoluto.

Lo cierto es que estos encuentros no hicieron más que avivar el debate. Trabajos de investigación, como el realizado por el doctor José Brunner de la Universidad de Tel Aviv, nos indican que ese análisis terminó en el 2001.

Gustav Gilbert y Douglas Kelly, aunque eran colegas de trabajo, rivalizaron posteriormente a la hora de publicar sus respectivos trabajos sobre las pruebas realizadas.
Gustav Gilbert escribió La psicología de la dictadura donde explicaba que los nazis se criaron en una cultura basada en el sometimiento absoluto a la autoridad y que la inteligencia y la moral pasaban a un segundo plano.
Douglas Kelly, por su parte, escribió Veintidós celdas en Núremberg (en referencia a las 22 tarjetas del test de Rorschach). En él, concluía que aunque ningún nazi mostraba una enfermedad mental, sí se advertían rasgos psicopáticos. Sin embargo, para él esos matices eran resultado del contexto en el que habían servido y que había modelado por completo su mentalidad.

El nazismo, una peligrosa enfermedad sociocultural
Después de más de 60 años analizando aquellas 22 tarjetas del test de Rorschach se han llegado a varias conclusiones. La primera es que hubo serios problemas metodológicos que dificultan el poder llegar a conclusiones fiables y válidas. Libros como The Quest for the Nazi Personality (Lawrence Erlbaum, 1995) nos hablan de esto mismo.

En la actualidad, como bien podemos imaginar, se habrían usado otros recursos, otros instrumentos psicológicos más consistentes en lugar de las polémicas pruebas proyectivas.

Ahora bien, hay algo en lo que coinciden todas las voces expertas. El nazismo fue la consecuencia del pensamiento cruel e inhumano de un grupo de personas, pero también de una sociedad que fue cómplice, cuando no ejecutora, de torturas y asesinatos.

Fuente:La mente es maravillosa

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