Profundo

POSDATA Digital Press| Argentina

Por Edgardbett | Escritor | Columnista

La naturaleza del ser humano es variable, eso es lo atractivo de vivir. Son emociones encontradas que a veces nos cuestan controlar. Reímos en soledad, de igual manera lloramos y hasta debajo de una ducha cantamos y nos creemos Pavarotti. Todos esos cambios también nos hacen encolerizar. Al fin y al cabo, es un enojo. Yo era una de esas personas. Me enfurecía por todo: un tropezón; una mosca, todo me daba pie para ponerme de mal humor. Esta historia me pasó de verdad. Razón por la cual decidí redactarla sobre un papel.

A estas alturas tal vez pienses:—¿Este quiere relatar algo que le sucede a todo el mundo o casi a la mayoría? Cuando culminen de leer, al fin lograrán comprender por qué mi relato es diferente. Aquella noche singular fui a un cine (con butacas) de cuero marrón y tan duras, que luego de la primera película comenzabas a buscar cómo estar más cómodo. Era sábado, eso sí, lo recuerdo bien, última función. Aquel film estaba en cartelera y fue lo único que conseguí. Antes que quedarme en el departamento frío, preferí salir aunque sea un rato a entretenerme. Son esas libertades que nos da la vida cuando vivimos solos. Para qué contarles lo que vi. Le hago una reseña: era tan mala, que me retiré antes que termine. Fue la peor decisión. De haberme quedado hasta el final, otro hubiese sido mi destino... Bueno, como les contaba:salí del cine, ni bien pisé la vereda, se me acercó un hombre alto, desaliñado, de barba muy crecida y mal vestido, era por su aspecto un indigente. Lo miré mientras estiraba su mano hacia mí como quien pide algo. Caminé a su lado sin emitir palabra alguna. Me clavó su mirada de odio e insistió en pedirme su diezmo como si fuese mi obligación brindarle una paga. En un momento me gritó:—¡Animal! Entonces me detuve y en una clara acción despectiva lo miré y grité: —¡Vago! Luego de aquel incómodo momento, comencé a caminar. Al cabo de un buen rato me encontraba disfrutando de la paz que te brinda una ciudad vacía. Pero ese mágico momento se interrumpió...

Escuché ruidos, quizás eran pasos, giré y no pude ver a nadie y continué apurando mis piernas hasta que escuché un ruido metálico que golpeaba el piso. Similar al sonido de los cubiertos cuando caen, fue entonces que divisé una figura agazapándose en las sombras detrás de un frondoso árbol. ¡Ya no cabían dudas, me seguían! Por la contextura de la figura pude deducir que sería aquel ciruja que me avanzó a la salida de la gran pantalla. Tal vez por bronca, por lo que le grité... Debo confesar que estaba muy nervioso, entonces opté por seguir y doblar en la esquina, mi idea era aguardarle y cuando se vea sorprendido propinarle una buena paliza. Espere en un rincón mientras escuchaba como corría para alcanzarme. Ya lo tenía casi encima y fue entonces que me detuve en medio de la vereda esperando él, ansiado Encuentro. ¡Y así fue! Mis puños cerrados estaban esperándolo. De pronto apareció de frente, abriendo sus ojos negros y asustados de par en par. En ese momento me dijo: —¡Perdón, yo solo quería asustarlo! Era demasiado tarde. Lo insulté de mil formas diferentes y con ambas manos sostenía aquel puñal que se habría hundido en mi pecho. Qué más puedo decir, sentí gritos, que alguien llamaba a una ambulancia mientras me trasladaban de urgencia. No pudieron hacer más nada. Pasé a otro plano a las cuatro de la madrugada de un 16 de julio. Fue hace cincuenta años. Soy lo que se dice un alma errante que ando suelta por el mundo. Con el tiempo aprendí a mover objetos, no sé cómo. Solo sé que es energía y así es como logro mover este lápiz con el que escribo.

Ahora te pregunto: —¿Seguís pensando que esta historia es similar al resto...?

PRÓLOGO

 El libro SINFONÍA DE CUENTOS escrito por el autor Edgardbett trata sobre diferentes cuentos en estilo narrativa corta, pasando por lo fantástico, lo posible y lo imposible atravesando diferentes situaciones que abarcan desde el suspenso, la intriga junto a las relaciones humanas y su entorno. Creando en cada lector las ganas de adentrarse más y más en cada relato sorprendiendo con desenlaces inesperados.

Este nuevo autor argentino nos transporta desde el comienzo jugando con inteligencia en el uso de las palabras realizando que cada lector cree su propio universo. Espero disfruten tanto como yo de esta lectura y tengan ganas de más.

El libro está disponible en dos formato:físico y digital. Reservá el tuyo al +543476-620377

Más Artículos del autor

Eminencia