Ejemplo

Por Eduardo Servente | Ingeniero Civil 

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POSDATA  Digital  Press| Argentina

Solemos decir que las enseñanzas de un padre a un hijo no solo se dan en palabras y grandes discursos sino principalmente con el ejemplo. Lo que nuestros hijos ven en nosotros, en nuestra actitud, en los hechos es lo que ellos tomarán como bueno o malo para su educación, de la misma manera que nosotros lo tomamos de nuestros padres.

Lo que también les digo a mis hijos es que ellos deben mirar los ejemplos buenos y los malos, y aprender a discernir entre una cosa y otra. Está en mí actuar con buenas intenciones a pesar de poderme equivocar una y mil veces y está en ellos evaluar lo que ven y considerar si es bueno o es malo.

Así es en todos los órdenes de la vida. Se toman las enseñanzas de lo que nos dicen, pero principalmente de los ejemplos que vemos en el diario vivir. Constantemente recibimos buenos y malos ejemplos, los cuales discernimos y aprendemos.

Constantemente estamos recibiendo mensajes con ejemplos de todo lo que nos rodea, de lo que vemos en casa, en nuestro trabajo, en la calle y en lo que nos llega por los medios de comunicación.

Y ese es un punto importante. Hay mucha gente que sus acciones están presente en los medios y llegan a nosotros no solo por lo que dicen sino por lo que hacen y lo que no hacen. Por eso aquellos que tienen una gran capacidad mediática y se transforman en referentes de una sociedad o de un grupo social deben tener el cuidado de ser responsables en el manejo de su propia libertad.

Son ejemplos que la sociedad sigue, quizás poco les importe lo que dicen sino lo que hacen. Es así como los artistas no solo se los conoce por sus actuaciones o sus obras sino también por los hechos en sus propias vidas personales cuando éstas son ventiladas por la prensa. Lo mismo sucede con la clase política que dan larguísimos discursos que pocos escuchan, pero todos ven cómo actúan y qué hacen; se rasgan las vestiduras con las penurias económicas que todos sufrimos, pero son incapaces de hacer un gesto para reducir sus astronómicos sueldos y comodidades; ese ejemplo se ve claramente, y ese ejemplo los muestra terriblemente alejados de la realidad.

Los ejemplos son por las cosas que hacen y también por las que no hacen.

La advertencia está dirigida especialmente a esa clase política que hace mucho tiempo que da malos ejemplos, que guarda poca relación entre lo que dice y lo que hace, y lo más lamentable es que son muy pocos dentro de esa clase política de nuestro país que son exceptuados de ese doble accionar.

Artículo publicado originalmente  POSDATA el  26/11/2018 

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