Coronavirus: Colapso y quietud.

Acciones preventivas contra el COVID-19. Conciencia colectiva y compromiso social.

Columnas - La Cima Del Tiempo15/03/2020 Sil Perez
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POSDATA Digital Press | Argentina

sil PérezPor Sil Perez | Escritora | Poeta 

 

Aquí estamos todos, sumergidos en la angustia y en la desolación. Alarmados por las noticias y por la inquietud soberbia que nos impone el miedo, ante un desconocido que de manera imprevista batalla nuestros días. Un asesino que ya lleva cargado sobre sus espaldas el peso de innumerables víctimas. Hoy el mundo se desploma ante la incertidumbre de un virus que se instaló en la conciencia colectiva. Hombres y mujeres de esta gran esfera, nos asumimos vulnerables frente a este flagelo social.

Hoy nos encontramos inmersos en una problemática sanitaria de carácter mundial. Por lo tanto, y deseosos de recuperar el sosiego, acudimos por estas horas a informaciones que recibimos desde diversos puntos. Al decir verdad, y ante la emergencia declarada nos sentimos aglutinados por instrucciones que cursan desde un simple protocolo preventivo, hasta aquellos difundidos en tono paranoico e imprudente.

Como columnista de este portal de noticias, me siento en el compromiso moral de advertir a la sociedad que ante la mínima duda de síntomas como tos seca y áspera, fiebre o dolor de garanta, debemos comunicarnos a los siguientes contactos:

Ciudad de Buenos Aires: 107; Provincia de Buenos Aires: 148 / 00221-4255437; Catamarca: 383-4238872; Jujuy: 0800-888-4767; La Pampa: 2954-619130 Y 2954-604986; La Rioja: 107 o 911; Río Negro: 911; Santiago del Estero: 107 (SEASE); Ministerio de Salud: 385-4213006_ 385 5237077; Córdoba: 107; Tucumán: 0800-555-8478 y 3813899025 (Whatsapp). /Para modificar vuelos a los países más afectados: Aerolíneas Argentinas: 11-4940-4798.

 Comprender que esta pandemia declarada nos compete a todos, es hoy un compromiso que debemos asumir. Que cada uno de nosotros se adjudique responsable de protegerse y de brindar protección al prójimo. Se trate de un familiar, de un amigo, o cualquier persona de vincular cercana. Todos, absolutamente tenemos la oportunidad de proteger la salud, amparados en los principios morales de solidaridad, conciencia y compromiso social.

Somos una especie que siente temor de lo desconocido. Un sentimiento que circunda nuestra naturaleza, de manera inevitable. Por esa razón, y en circunstancias relativas, tomamos actitudes torpes y hasta incomprensibles. Hoy el planeta se encuentra paralizado por la incertidumbre que genera el desconocimiento. Por ello la mejor manera de enfrentar este obstáculo es centrar el objetivo en la difusión de información clara y precisa. Es verdad que son muchas las causas por las que a diario mueren miles de personas en el mundo entero: por desnutrición aguda y grave; por guerras ofensivas, defensivas, de insurrecciones, o revolucionarias, y hasta por enfermedades de infecciones, agudas, crónicas, virósicas y de diversas índole y clasificación. Nadie es ajeno a esta realidad. Simplemente, y desde mi criterio intento mediante estas líneas, brindar mi aporte de concientización sobre los cuidados preventivos.

Atravesar esta situación implica un profundo compromiso. Nadie está exceptuado del contagio, ya que el virus muta hasta la distancia de un (1) metro. Lejos de alarmar a la sociedad, desde el Ministerio de Salud se dispuso un marco normativo tendiente a desplegar acciones preventivas, como mantener entre las actividades diarias, una distancia prudente. Asimismo no saludar con besos ni abrazos. Ya que el contagio se produce a través de las vías húmedas del cuerpo, y permanece anidado en las ropas por una duración desde (6) hasta (12) horas. Evitar tocar las

superficies metálicas, como picaportes, electrodomésticos, puertas, entre otros elementos físicos. Cabe destacar que en estos, el virus permanece vivo por períodos similares a los mencionados. Y sobre todo mantener una higiene permanente, mediante el lavado de manos con agua y jabón. Frotarse las manos con alcohol en gel, tanto en palmas, dedos y entrededos, cada vez que toquen superficies o cuerpos ajenos.

A estas indicaciones básicas es indispensable la aislación. Evitar el contacto posible con otras personas, siempre que sea posible.

imagen familiaQuedarse en casa y en familia es cuidarnos entre todos. Foto:google

El aislamiento es el asesino principal del COVID-19, ya que muere al no poder mutar en otras personas. Este es el requerimiento más relevante dentro del protocolo preventivo.

Desde el seno de nuestro hogar lograremos vencer al coronavirus. Este aislamiento no solo será una conducta elemental para que el virus muera, sino que hará renacer otros factores tan lejanos por estos tiempos como lo es el vínculo directo y la interacción amena con nuestros seres queridos. Nos hacía falta un escarmiento para darnos cuenta que lo mejor que nos puede suceder, se encuentra precisamente a nuestro alrededor. El germen se multiplica en sociedad. Adora las multitudes y los ambientes descuidados. A este bacilo lo mata el tiempo que se comparte en familia. Los aromas a comida y las charlas distendidas.

Ansiosos esperamos la creación de una dosis que nos inmunice. Mientras tanto el tiempo compartido con nuestros seres queridos será la fuerza y la contención, que por estos días necesitamos. Y no olviden adicionar el sentido de la calma. El pánico y la neurastenia solo nos restarán energías positivas para sobrellevar con tranquilidad estos momentos de aturdimiento e informaciones contrariadas.

Permanezcamos unidos. Evitemos salir de manera innecesaria. Con actitud consciente y comprometida preservaremos la salud de nuestros mayores, la de nuestros niños y la de  todas las personas que amamos. Nunca dejemos de pensar en el otro, porque el otro es uno.

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