Artículo 14
Recordemos y comentemos nuestros derechos.
Opinión - La columna de Eduardo02/07/2021 Eduardo ServenteVarias veces he comentado que suelo participar en las redes sociales y especialmente disfruto hacer comentarios políticos y sociales en Twitter.
Estando a finales de junio del segundo año de pandemia / cuarentena, leí un mensaje muy interesante de un abogado que sigo en dicha red, el Dr. Pablo Abdon Torres Barthe quien comentaba que el Artículo 14 de nuestra Constitución Nacional está vulnerado en muchos aspectos.
Ese Artículo 14, que en la escuela nos lo hacen aprender de memoria para que nunca nos olvidemos de nuestros derechos permanece inalterable a pesar de las modificaciones de nuestra Carta Magna y debería ser nuestra guía de vida ciudadana.
Hoy, como bien analizaremos está totalmente vulnerado.
Recordemos y comentemos nuestros derechos:
Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber:
De trabajar y ejercer toda industria lícita;
Hoy ese derecho se encuentra totalmente condicionado. Han buscado desde el gobierno poner todo tipo de trabas al trabajo, tanto individual como en sociedad. Las exigencias y controles, la carga impositiva prohibitiva, las exigencias gremiales hacen que cualquier tipo de trabajo en nuestro país sea imposible. Es un derecho que hemos perdido.
de navegar y comerciar;
Comerciar solo lo podemos hacer de acuerdo a sus pautas, es decir hace más de un año me exigen que tenga mi negocio cerrado y a veces, como gran dádiva nos permiten abrirlo un rato por día en horarios en que no hay público. Todo esto sumado a que las normas que debo cumplir para comerciar son imposibles de cumplir. Todas estas exigencias son de cumplimiento obligatorio y les debo sumar que no me puedo atrasar ni un día en el pago de impuestos, porque los privados debemos seguir aportando para que la clase política y los funcionarios públicos que no van a trabajar sigan cobrando sus jugosos sueldos. Sacrificio desbalanceado.
Navegar solo lo puedo hacer cuando el gobierno me lo permite. Ni para comerciar ni por distracción, todo está pautado y condicionado. Otro derecho que hemos perdido.
de peticionar a las autoridades;
El bloqueo del diálogo es absoluto. Ni siquiera esas autoridades escuchan a los grupos opositores, que como representantes del pueblo deberían poder expresarse y ser escuchados. No solo no escuchan, sino tampoco esa oposición atiende a sus representados y una vez elegidos pasan a vivir en una burbuja lejos de la sociedad que los eligió y sordos a sus peticiones. Un derecho perdido hace tiempo.
de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino;
Moverse es una odisea. Controles internos, necesidad de permisos especiales, dificultades para trasladarse entre provincias. Entrar, por solo tres entradas al país, cumpliendo infinidad de requisitos, con vuelos suspendidos y encierro obligatorio; permanecer, encerrados y con poco movimiento; transitar, solo con permiso y por algunos lugares es imposible; salir, solo por las tres salidas permitidas y si llegás a conseguir lugar en algún vuelo. Es un derecho que ya no existe.
de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa;
La censura en este caso la aplican los directivos de los medios. Para lograr que publiquen algo en los medios, no solo habrá que coincidir con la línea editorial del mismo, sino que además se requiere la confianza de algún directivo o jefe que le dé lugar a esa publicación. No cualquiera tiene acceso.
Ahora bien, si uno llega a conseguir ese acceso y tiene la suerte que sus ideas sean publicadas por la prensa, deberá tener cuidado en qué es lo que publica, porque si no es del gusto del gobierno, la persecución es infaltable. La censura previa se aplica por coerción, sabiendo que el problema es posterior a la publicación. Otro derecho que nos falta.
de usar y disponer de su propiedad;
Ocupaciones y usurpaciones a la orden del día. El estado no nos defiende y cualquiera puede tomar nuestra propiedad, en cualquier provincia, en cualquier lugar. Y más aún, el mismo presidente alienta esas usurpaciones con sus palabras alentando la exigencia de la productividad de las mismas. El mismo presidente promueve y justifica la confiscación de empresas, como muchas veces lo hicieron, aunque ahora sin disimulo. Permiten y promueven que grupos extremistas dañen y tomen propiedades con excusas irrisorias. Difícil pensar en invertir en un país en esas condiciones. Otro derecho perdido.
de asociarse con fines útiles;
Hacer una sociedad es cada vez más difícil, y las pocas simplificaciones que existían las han anulado. Es complicado asociarse. Y ya a esta altura del partido podríamos decir que “fines útiles” ya no quedan. Un derecho más que se nos fue.
de profesar libremente su culto;
Nadie nos va a objetar nuestras creencias, pero profesar el culto es cada día más difícil. No podemos concurrir al templo, no podemos reunirnos. Todo está condicionado o prohibido. Otro derecho básico de nuestra libertad que ya no tenemos.
de enseñar y aprender.
Y la frutilla del postre. Un año y medio sin clases.
Una de las premisas básicas de los gobiernos populistas y dirigistas es la falta de educación que va totalmente en contra de los planes de aquellos próceres que ordenaron nuestra patria. La educación es la piedra basal para la construcción de una sociedad justa y pujante y este gobierno especialmente la ha destruido. La ausencia de clases desde hace un año y medio está destruyendo a la sociedad. Es un derecho principalísimo que ya no lo tenemos.
Es lamentable notar que los derechos básicos y elementales que nos da nuestra Constitución Nacional están vulnerados. Casi todas esas limitaciones se aplican sin leyes que lo reglamenten, es decir violentando la ley suprema.
Los expertos en leyes sabrán si existe algún camino dentro de la justicia para proteger a la sociedad de este gobierno que no cumple con lo más básico y elemental de nuestros derechos, pero el arma que todavía tenemos es que podemos hacernos oír por nuestros votos, y es en las urnas donde deben escucharnos.
Desde hoy hasta las elecciones debemos hacer notar esta ausencia de derechos y violación de nuestra Constitución. La situación es demasiado peligrosa como para no darle importancia.
Volvamos a recitar de memoria ese Artículo 14 de nuestra Constitución Nacional, pero haciendo valer todos nuestros derechos.