Te sigo viendo

En tus recuerdos, en tu corazón, seguiré por siempre, mi alma como ráfaga cálida acariciara tu rostro.

Columnas - La Palabra 27/01/2021 Jorge Alberto Rampinini
te sigo viendo-posdata
Crédito:marcomaisto

POSDATA Digital Press | Argentina

Jorge-Rampinini
Jorge Alberto Rampinini | Escritor |  Miembro de la SADE | Socio  de la Academia Argentina de Letras | Profesor en Tecnologias de información y comunicación


.

Te sigo viendo.

Cada día cuando me levanto, cuando preparo el desayuno.

Te espero para sentarme a tu lado, mientras estoy untando la manteca al pan y en silencio compartimos el café.

Por la tarde salgo a caminar, estás a mi lado, el viento mueve tus cabellos y tu blusa se ciñe al cuerpo resaltando sus formas, despertando en mí pasiones difíciles de contener.

Te estoy viendo preparándome la cena, abriendo la cama, quitándote el camisón y desnuda deslizarte bajo las sábanas, donde me zambulliré y dormiré a tu lado.

Estoy viendo ya de madrugada, sentado a los pies de la cama como tu respiración rítmica y profunda mueven las sábanas con increíble simetría de tiempo.

Cuando llega el amanecer te sigo viendo, increíblemente todos los días, en cada momento y es difícil entenderlo porque hace tiempo que te has ido, que solo me he quedado.

Misterioso es que te sigo viendo, puedo estar a tu lado, pero no me atrevo a tocarte, mirarte a los ojos, ir contigo sin tomarte de la mano, porque se que te has ido.

Desde que muchos enfermamos. Al principio nos aislaron, muchos días no te pude ver, no te pude hablar, los otros que estaban conmigo decían lo mismo. Nos vistieron a todos de blanco, pero después nos sacaron. Desperté caminando por la calle junto a ellos, a los otros los de blanco, ni hablamos, todo es rápido, todos están apurados. Los que cuidaban el lugar taparon sus caras y a mi no me escuchaban, pero se apuraban por armar de nuevo las camas para otros que esperaban y ya los vestían de blanco.

Nos fuimos, solos, sin que nos digan una palabra. Llegué a casa, te habías ido, estabas, pero no me veías, no me hablabas, pero yo te sigo viendo.

A los otros cuando voy por la calle, también los veo, pero nunca decimos nada, un dolor muy grande me acompaña, sigo vestido de blanco.

Yo te sigo viendo, pero poco a poco te voy perdiendo. Es extraño, pero el momento que mas te siento es cuando vamos a ese gran campo verde y prolijo los viernes a la tarde. Mientras tú estás llorando yo de a poco me voy alejando. Y te sigo viendo, pero cada día me voy dando cuenta de que te estoy para siempre perdiendo.

En tus recuerdos, en tu corazón, seguiré por siempre, mi alma como ráfaga cálida acariciara tu rostro cuando pienses en mí, aunque me voy alejando, no voy a olvidarte y es una promesa yo sé que siempre estaré a tu lado. Nadie nos avisó, nadie nos dijo, pero esto me ocurre después de que muchos nos fuimos enfermando.


 Vías de contacto


Mirá más artículos del autor

Reyes -Magos-posdata-d-pessUn simple cuento de reyes
Reyes -Magos-posdata-d-pessUn simple cuento de reyes
coupleCasi un truco de magia

Seguí aquí su columna

Lo más visto