
La gran revolución viene de la mano de las mujeres.
La gran revolución viene de la mano de las mujeres.
Un poema que no auxilia al dolor.
Era algo humillante, no me asustaba, pero sabía que nada podía curarme, no quería hacerlo, solo quería verme hermosa y mis vestidos y rubores podían darme lo que quería...
¿Por qué me alejo del único refugio que conozco?
La poesía puede salvarnos del vacío, llenándonos de vida o colmándonos de muerte.
No hay indicios, rastros, nada que pueda acercarme a mí, más que la ausencia que se manifiesta corporizada mientras intento ser lo que se espera.
Puedo jurar al cielo que quise llorar cuando tomó mi mano y segundos después tomó el jazmín, ya no hicieron falta palabras, ni mucho menos escondernos del tiempo.
Tengo un cuerpo que es mío, una casa que habito, que cambia, que crece, que quiero cuidar; un cuerpo que me permite vivir.
Divagaba en las caminatas si era posible que un ser humano razonable no se diera cuenta de que me estaba lastimando o estaba en camino a hacerlo
Frente a estas memorias que se acobijan solas, en la casa del cuerpo y se cuelgan de mi mente, pienso, que no sé qué hacer con el recuerdo.
"El tiempo se nos fue de las manos, yo siempre quise correr en contra del viento, darte libertad y vos no soñabas alto jamás, querías una vida común"
La mesa sigue fría y los que me acompañan tienen perdida la mirada.
"El lenguaje del amor no distingue de nada, no pide permiso, pasa y es nada más, como nosotros, que nunca supimos."
Tener un espacio infinito para las nuevas primeras veces, con todos mis sentidos despiertos.
Decía Clarice Lispector en un poema, la respiración continua del mundo es aquello que oímos y llamamos silencio.
Porque el amor, que es multiforme, atemporal, universal, nos regala a todos lo mismo: un fugaz destello de luz en el alma.
¿Por qué elegí el título de Vidas en letra para mi columna?
Este poema lo escribí en el transcurso de cuarentena, y es un mensaje, un deseo, un pedido para un mundo nuevo que podría ser mañana, y mañana puede ser en cualquier momento.
A quienes se eligieron. A quienes se escucharon en voz bajita, pero igual se creyeron.